Historia de la Revolución mexicana y antecedentes de los principales partidos políticos mexicanos
Antes de la Revolución mexicana, Porfirio Díaz gobernó el país durante 34 años (1877-1911). Esta época recibió el nombre de “el Porfiriato”. Díaz aceleró el crecimiento económico, y con la ayuda de capital extranjero, ayudó y fomentó la industria extractiva del petróleo. El Porfiriato es recordado en México como una época de grandes cambios en muchos ámbitos; fue el principio de la modernización, sobre todo en el área económica, puesto que los avances en los aspectos tanto social como político dejaban mucho que desear. Mientras que las clases sociales más altas sacaban provecho del Porfiriato, los campesinos y la clase media vivían bajo circunstancias miserables.
La situación empeoró cuando las tierras les fueron expropiadas a los campesinos, y a raíz de esto, los salarios disminuyeron drásticamente. Para el año de 1911, se acercaban las próximas elecciones presidenciales. El político Francisco I. Madero, a través de sus ideas liberales y su descontento con el gobierno, fundó el “Partido Antireeleccionista”, y llevó a cabo algo nunca antes visto en México: una campaña política electoral. A consecuencia de esto, Madero se convirtió en el primer rival de Díaz. El 10 de Julio de 1910, Díaz fue reelegido nuevamente como presidente de la república. Fue evidente que la reelección había sido un engaño, y para Madero el único camino era un levantamiento armado.
Campesinos empobrecidos peleaban en el sur del país bajo el mando de Emiliano Zapata y en el norte, bajo el mando de Francisco “Pancho” Villa, con el lema “tierra y libertad”. La revolución se propagó y se difundió rápidamente por todo el país, y cada vez se formaban más rápidamente ejércitos compuestos por miles de campesinos. El 25 de mayo de 1911, Díaz renunció a su cargo y emigró a París en calidad de exiliado. El 6 de noviembre, Madero fue elegido como Presidente de la República.
Madero gobernó sólo 15 meses, en los cuales él reforzó los poderes legislativo y judicial. Creó la ley electoral, promovió la descentralización de los estados, y a través de la Comisión Agraria Ejecutiva, la cual fue creada por él, fueron repartidas tierras a los campesinos. La introducción de nuevas reformas agrarias no fue tarea fácil para Madero. Zapata todavía no estaba satisfecho con las reformas hechas por Madero. Zapata argumentaba que Madero no se estaba acatando a las reformas agrarias, las cuales él mismo había proclamado en el “Plan de San Luís”.
A raíz de esto surgieron conspiraciones y movimientos contra el régimen de Madero. Una de estas conspiraciones era comandada por el General Victoriano Huerta, el cual organizó un golpe de estado en contra de Madero. El 18 de febrero de 1913, Madero fue detenido por Huerta y cuatro días más tarde fue asesinado. Huerta retomó inmediatamente la presidencia, pero rápidamente se hizo de enemigos. Su gobierno, el cual perduró únicamente 15 meses, se caracterizó por la violencia, la dictadura y el despotismo. Las diferencias con los campesinos, el rompimiento de las relaciones con “La Casa del Obrero Mundial”, así como con el Partido Católico Nacional, causaron nuevos levantamientos en el norte.
Los levantamientos se encontraban esta vez bajo el mando del gobernador del estado de Coahuila, Venustiano Carranza. En marzo de 1913, Carranza proclamó el “Plan de Guadalupe” cuyo objetivo principal era restaurar el orden constitucional, la creación del estado de derecho, y la destitución del régimen dictatorial. La revolución constitucionalista tuvo una duración de 16 meses, la que nuevamente estuvo al mando de Villa y Zapata −en el norte y en el sur− respectivamente. En esta revolución claramente se consumaron tres corrientes: el Carrancismo, el Zapatismo y el Villismo.
El Carrancismo representaba más bien los intereses de la clase media, la cual pretendía la creación de un estado fuerte con un carácter nacional. Además, proponía la creación de un órgano ejecutivo con más poder que los otros. En adición a esto, perseguía la idea de adjudicar al presidente la facultad de poder nombrar a su sucesor (esta facultad fue practicada dentro del PRI hasta el año de 1994. Por cierto un procedimiento único en todo el mundo). El Villismo por su parte, el cual se concentraba en el norte, nunca tuvo un programa definido. Francisco Villa fue el defensor de la justicia; él confiscaba su fortuna a los ricos para así poder ayudar a los huérfanos, a los pobres y a las viudas. Pero sobre todo, al igual que Zapata, peleaba por tierras para los campesinos. El Zapatismo representaba la idea de la reforma agraria; su postura era muy radical, por lo que llegó a tener muchas diferencias y dificultades con Venustiano Carranza.
La Constitución de 1917
En julio de 1914, Carranza marchó hacia la capital junto con sus tropas y aliados Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, provocando así la huida de Huerta al extranjero. Carranza continuó peleando contra Villa y Zapata, ya que nunca pudieron llegar a un acuerdo. Carranza triunfa, y en abril de 1916, y junto con su gobierno en la ciudad de México restaura el orden público, convocando de esta manera a una asamblea constituyente.
Esta asamblea elaboró una constitución muy parecida a la de 1857. En esta fue impregnado un fuerte y dominante presidencialismo, y entre otras leyes, surgió la ley de la no-reelección. La Constitución fue presentada finalmente el 5 de febrero de 1917 en la ciudad de Querétaro. Poco después, Carranza convocó a las elecciones presidenciales, así como del Congreso. La elección de Carranza como Presidente de la República significó el final de la Revolución Mexicana.
El surgimiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI)
Lentamente empieza la reconstrucción del país, y la democracia empieza a ser introducida con muchos esfuerzos bajo el cargo del presidente Álvaro Obregón (1920-1924). Posteriormente fue Plutarco Elías Calles quien se encargó de reforzar la democracia, el cual como Obregón era originario del estado de Sonora. Calles fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1929. “El Maximato”, fue la época de 1928-1934, en la cual Calles sobresalió como una de las personalidades más influyentes de la vida política mexicana. Calles fue el líder escondido detrás de los políticos que oficialmente estuvieron en el poder durante esos seis años. México tuvo tres presidentes en el transcurso de esos seis años: Emilio Portes Gil (1928-1930), Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), y Abelardo L. Rodríguez (1932-1934).
En 1929 se aliaron los generales del ejército nacional y los políticos más importantes de esa época, para conformar el Partido de la Revolución Mexicana (PRM). Este partido corresponde originalmente al PNR, el que más tarde se llamaría Partido Revolucionario Institucional (PRI). El presidente sucesor al “Maximato” fue Lázaro Cárdenas (1934-1940). Cárdenas fue uno de los presidentes que gozó de más popularidad en la historia de México. Expropió el petróleo, así como la posesión extranjera de minas, tierras y ferrocarriles, tomando lugar en México una de las reparticiones de tierra más intensivas de las que jamás se hayan hecho. Entre 1934 y 1940, Cárdenas repartió el 12 por ciento de la superficie total del país a campesinos e indígenas, y fue con esta acción el único presidente durante la dictadura priísta que se ocupó seriamente de la reforma agraria.
El surgimiento del Partido de Acción Nacional (PAN)
Durante el sexenio de Lázaro Cárdenas surgieron dos movimientos de oposición. El más sobresaliente y más importante fue el partido católico-conservador: el Partido de Acción Nacional (PAN), el cual fue fundado por el licenciado Manuel Gómez Morín. Este partido anticomunista, se conformaba principalmente por empresas y personas de la clase media. y era apoyado por la Iglesia Católica. El PAN propagaba sobre todo una economía liberal y una educación laica. A pesar de que el PRI todavía no tenía mucho tiempo en el poder, y tampoco nadie sospechaba que este se trataba de la futura dictadura del país, el PAN emergía como una de las primeras características de un sistema democrático, el cual exige una oposición verdadera.
A este respecto, es importante señalar que el PAN, a diferencia del PRI, se entendía y se entiende como una unión política, la cual surge del pueblo y para el pueblo. Como antes he destacado, fueron generales del ejército nacional y políticos importantes, los que le dieron surgimiento al PRI, representando sólo una parte de la sociedad. Asimismo, como en la primera parte, he sugerido que México se compone de una sociedad heterogénea, y que forzosamente requiere de varios grupos de representación, los cuales verdaderamente incorporen los intereses de los diferentes grupos y clases sociales existentes en el país, en los procesos de decisiones políticas.
El surgimiento del Partido de la Revolución Democrática (PRD)
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) tiene sus raíces en el antiguo “Frente Democrático Nacional” (FDN). El FDN fue un tipo de movimiento o corriente que surgió en 1986, el cual se componía por diferentes pequeños partidos opositores al PRI, movimientos sociales, intelectuales, y reconocidas personalidades del espectro izquierdista. El líder de este movimiento era el ex-priísta Cuauhtémoc Cárdenas (hijo del legendario presidente Lázaro Cárdenas).
Cárdenas perdió en 1988 en su primera candidatura presidencial como opositor del priísta Carlos Salinas de Gortari. El FDN tenía un programa político muy parecido al del PRI; era una mezcla de nacionalismo, populismo y democracia bajo el lema “elecciones libres y limpias”. Esta corriente democrática ha sido denominada por Lawrence Boudon como el sector izquierdista del PRI. Desde 1989, adoptó el nombre de Partido de la Revolución Democrática. El PRD constituye en México el segundo partido de oposición.
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