Ocho hombres fuertes de la Revolución mexicana

Pancho Villa y Emiliano Zapata destacan en la lista de hombres fuertes de la Revolución Mexicana.
Pancho Villa y Emiliano Zapata destacan en la lista de hombres fuertes de la Revolución Mexicana.

La lucha armada en la primera década de 1900 tuvo un buen número de hombres fuertes de la Revolución mexicana, uno de los períodos de la historia de México que dejó una de las más marcadas huellas en la vida nacional.

El prolongado conflicto armado causó cambios profundos, transformó radicalmente la política del país, y pavimentó el camino que llevaría a formar el sistema de gobierno que dominaría durante el resto del siglo XX.

La lucha armada abarcó de 1910 a 1920, y habría costado la vida de 1.9 hasta 3.5 millones de personas, entre militares y civiles, mientras que decenas de miles de personas habrían emigrado a Estados Unidos durante esa década convulsa.


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La guerra civil estalló en 1910 después de que Francisco I. Madero impugnara el gobierno del presidente Porfirio Díaz, quien permaneció más de tres décadas en el poder. Cuando Díaz se negó a permitir elecciones limpias, Madero llamó a una revolución, a la que respondieron hombres como Emiliano Zapata en el sur, y Pascual Orozco y Pancho Villa en el norte.

El conflicto armado se propagó a lo largo de México, lo que atrajo a un gran número de individuos de todos los ámbitos de la sociedad que llegaron a enfrentarse entre sí y en contra del gobierno federal. El liderazgo y habilidades bélicas y políticas de algunos de ellos los llevó a destacar por encima de otros revolucionarios, e incluso a convertirlos en leyenda.

Estos son los personajes clave que jugaron un papel preponderante en el inicio, desarrollo y epílogo de la Revolución.

Porfirio Díaz

El dictador mexicano Porfirio Díaz encabeza la lista de hombres fuertes de la Revolución mexicana por haber sido el detonante de esta lucha armada. Su última elección demostró que Díaz estaba dispuesto a todo, excepto a dejar el poder. En 1908, el viejo general había dado a entender de alguna manera, en una entrevista con el periodista James Creelman, que México ya estaba listo para un cambio. No obstante, se aferró al poder en la elección presidencial de 1910, declarándose ganador por encima de su nuevo pero amenazante rival: Francisco I. Madero. Sin embargo, los días del dictador en el poder estaban contados tras estallar la Revolución oficialmente el 20 de noviembre de 1910. Bajo el lema de “Sufragio efectivo, no reelección”, Madero y sus seguidores dieron impulso a la lucha revolucionaria para derrocar a Díaz, quien en mayo de 1911 presentaría su renuncia al Congreso mexicano. Díaz había gobernado México desde 1876, y durante su régimen el país prosperó y se modernizó, pero los ciudadanos más pobres no se beneficiaron de dicho progreso. Murió en París, Francia el 2 de julio de 1915.

El régimen de Porfirio Díaz ha trascendido en la historia de México como un tema sumamente polémico y controversial. En la actualidad, seguidores y detractores de esta dictadura debaten sobre la verdadera dimensión de un hombre con muchas facetas. Ilustración: Barriozona Magazine © 2018
El régimen de Porfirio Díaz ha trascendido en la historia de México como un tema sumamente polémico y controversial. En la actualidad, seguidores y detractores de esta dictadura debaten sobre la verdadera dimensión de un hombre con muchas facetas. Ilustración: Barriozona Magazine © 2018

Francisco I. Madero

Entre los hombres fuertes de la Revolución mexicana, Francisco I. Madero ocupa un sitio central. El coahuilense aprovechó el momento histórico que México atravesaba a finales de la primera década del siglo XX, sabiendo encapsular los deseos de millones de mexicanos que buscaban un cambio y el fin de la dictadura de Porfirio Díaz. A través de su libro La sucesión presidencial en 1910, publicado en 1908, Madero lanzó fuertes críticas contra Díaz por su prolongado periodo presidencial de 34 años, al tiempo que demandaba elecciones justas y transparentes en el contexto de un ideal democrático para el país. Madero fue el pivote que capturó el anhelo de cambio de los mexicanos, convirtiéndose en presidente el 6 de noviembre de 1911. La presidencia de Madero sólo duró 15 meses y terminó de manera trágica cuando él y su vicepresidente, José María Pino Suárez, fueron asesinados el 19 de febrero de 1911 tras un golpe de Estado dirigido por el general Victoriano Huerta, el sobrino de Porfirio Díaz, Félix Díaz, y otros individuos ligados al Porfiriato. En retrospectiva, el error fundamental de Madero fue no desmantelar el gobierno despótico de Díaz, y conservar a gran parte de la maquinaria burocrática y militar del dictador.

Francisco I. Madero buscaba que el voto tuviera un verdadero significado (“sufragio efectivo”), se oponía a la reelección de Porfirio Díaz, y quería que el pueblo mexicano fuera capaz de expresarse libremente. Ilustración: Barriozona Magazine © 2016
Francisco I. Madero buscaba que el voto tuviera un verdadero significado (“sufragio efectivo”), se oponía a la reelección de Porfirio Díaz, y quería que el pueblo mexicano fuera capaz de expresarse libremente. Ilustración: Barriozona Magazine © 2016

Emiliano Zapata

Si en el norte la Revolución se llamó Francisco I. Madero, en el sur de México la lucha revolucionaria tenía por nombre Emiliano Zapata. El Caudillo del Sur fue un campesino pobre y con mínima educación formal del estado de Morelos. El oriundo de Anenecuilco se había levantado en armas mucho antes del llamado a la revolución hecho por Madero contra la dictadura de Díaz. La lucha de Zapata se resumía en un fuerte ideal: “Tierra y Libertad”. Su visión era una en la que al campesino se le concedía un trato digno como agricultor y trabajador. Sus ideales de una reforma agraria los mantuvo hasta su muerte el 10 de abril de 1919, rebelándose en contra de políticos y revolucionarios como Madero, Huerta, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón. Su posición firme a favor de sus ideales agrarios los resumió de una manera sucinta y desafiante mediante su Plan de Ayala de 1911.

La traición del presidente Francisco I Madero a Emiliano Zapata llevó a la creación del Plan de Ayala en 1911. Imagen: Barriozona Magazine
La traición del presidente Francisco I Madero a Emiliano Zapata llevó a la creación del Plan de Ayala en 1911. Imagen: Barriozona Magazine

Victoriano Huerta

Otro personaje clave de la Revolución mexicana fue el general Victoriano Huerta, quien destacó como cadete en el Heroico Colegio Militar e incluso fue elogiado por su ascendencia indígena por el presidente Benito Juárez. El ex general porfirista prosiguió sirviendo al gobierno aún después de la caída del dictador, cuando Madero cometiera el mortal error de mantenerlo al frente del ejército federal. Después de que antiguos aliados de Madero como Emiliano Zapata y Pascual Orozco lo abandonaran, Huerta vio la oportunidad de cumplir sus propias ambiciones de poder. Durante el episodio conocido como la “Decena Trágica”, Huerta perpetró un golpe de Estado, arrestando y ejecutando a Madero y a su vicepresidente en febrero de 1913, usurpando así la silla presidencial. Al final, Huerta huyó de México después de que una alianza formada por Zapata, Carranza, Villa y Obregón lo derrocara en 1914. Huerta murió en una casa particular de El Paso, Texas el 13 de enero de 1916.

Después de la caída del dictador Porfirio Díaz, unos de sus generales, Victoriano Huerta, usurpa el poder presidencial tras mandar asesinar al presidente democráticamente electo, Francisco I. Madero. Ilustración: Barriozona Magazine © 2016
Después de la caída del dictador Porfirio Díaz, unos de sus generales, Victoriano Huerta, usurpa el poder presidencial tras mandar asesinar al presidente democráticamente electo, Francisco I. Madero. Ilustración: Barriozona Magazine © 2016

Pascual Orozco

Como revolucionario, Pascual Orozco nunca alcanzó la dimensión legendaria de Villa o Zapata, no obstante, su papel militar le aseguró un sitio importante en la historia de la Revolución mexicana. El oriundo de Chihuahua respondió a la lucha convocada por Madero a fines de 1910 para acabar con la dictadura de Díaz. No obstante, Orozco fue otro de los revolucionarios aliados de Madero que terminó sublevándose en su contra cuando no fue recompensado con un puesto político en el gabinete presidencial o una gubernatura. Como Zapata, Orozco se apartó de Madero por su negativa de este de implementar las reformas sociales que prometió al inicio de la Revolución. Orozco se pasó del lado de la contrarrevolución que consumó el golpe de Estado contra el gobierno de Madero, dando su respaldo a Huerta. Orozco terminaría exiliándose en Estados Unidos cuando el general golpista fue derrotado y huyó a Europa. En el exilio volvió a unir esfuerzos con Huerta y otros con el plan de regresar a México para buscar derrocar a Carranza. Sus planes fueron frustrados cuando fue asesinado a tiros el 30 de agosto de 1915 por miembros de los Texas Rangers.

Pascual Orozco fue un caudillo clave de la historia de la Revolución mexicana. Ilustración: Barriozona Magazine | © 2019

Pascual Orozco fue un caudillo clave de la historia de la Revolución mexicana. Ilustración: Barriozona Magazine | © 2019

Pancho Villa

Sin duda el más legendario de todos los revolucionarios junto con Zapata, Francisco “Pancho” Villa (José Doroteo Arango Arámbula, su nombre real) se unió en 1910 al plan de Madero para derrocar a Díaz. El ex bandido sobresale entre los hombres fuertes de la Revolución mexicana. Con el tiempo, Villa se convertiría en una figura militar temida por el gobierno. El Centauro del Norte, al igual que Zapata, era un hombre inculto pero con un instinto nato para la batalla, lo que lo llevó junto con su División del Norte a obtener victorias determinantes para el Ejército Constitucionalista que definieron el curso de la Revolución. Las circunstancias cambiantes de la guerra civil causaron que los aliados de Villa se convirtieran posteriormente en sus enemigos. El nativo de Durango fue frecuentemente guiado más por el deseo de venganza que por el ideal revolucionario que lo incorporó a la lucha armada. Combatió lo mismo contra Venustiano Carranza que contra Álvaro Obregón, causándole este último aplastantes derrotas. Villa también lanzó un sorpresivo ataque contra Estados Unidos al invadir el poblado de Columbus, Nuevo México, lo que desencadenó una expedición punitiva del ejército estadounidense en territorio mexicano para tratar de localizarlo. Al final, Villa lograría eludir al general Pershing, quien regresó a EE.UU. en 1917 con las manos vacías. Tras la muerte de Carranza, el presidente interino Adolfo de la Huerta convenció a Villa de deponer las armas. Considerado una amenaza latente para el gobierno de Obregón y sus planes de pacificación, Villa fue eliminado en una brutal emboscada el 20 de julio de 1923 en Parral, Chihuahua.

En el Museo Nacional de la Revolución, en la Ciudad de México, la figura histórica de Pancho Villa es una de las más populares entre las miles de personas que visitan el museo anualmente. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine © 2016
En el Museo Nacional de la Revolución, en la Ciudad de México, la figura histórica de Pancho Villa es una de las más populares entre las miles de personas que visitan el museo anualmente. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine © 2016

Venustiano Carranza

Venustiano Carranza fue un poderoso y obstinado líder durante varios años de la Revolución mexicana. La carrera política del oriundo de Coahuila ya era destacada, incluso antes de la revolución, tras ser gobernador de su estado y electo al Congreso y el Senado de México. Carranza apoyó a Madero pero tras el asesinato del llamado Apóstol de la Democracia se lanzó a buscar el poder presidencial, nombrándose presidente en 1914 y actuando como si lo fuera. Formó una alianza clave con Obregón. Derrotó al régimen contrarrevolucionario de Victoriano Huerta, para finalmente llegar a la presidencia de manera oficial en 1917, tras la promulgación de una nueva Constitución. Cuando llegó el tiempo de entregar el poder ejecutivo a un sucesor en 1920, Carranza intentó imponer a un político no militar y desconocido, Ignacio Bonillas, como presidente de México, eludiendo nombrar candidato a Obregón. En consecuencia, los tres hombres fuertes de Sonora, Obregón Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, se alzaron contra Carranza bajo el Plan de Agua Prieta, obligándolo a huir de la Ciudad de México, para después ser traicionado y asesinado en el estado de Puebla el 21 de mayo de 1920.

Venustiano Carranza, fue el promotor de la Constitución de 1917.
Venustiano Carranza, fue el promotor de la Constitución de 1917.

Álvaro Obregón

Otro de los hombres fuertes de la Revolución mexicana fue Álvaro Obregón. Su figura militar y política está entre las más destacadas de la Revolución. A diferencia de Orozco, Villa y Zapata, Obregón poseía una habilidad nata no solamente para la batalla, sino también para la política. Su servicio militar para el gobierno de Carranza fue clave para derrotar a Huerta e impulsar la agenda constitucionalista. Obregón se abrió paso derrotando a enemigos de Carranza, incluyendo a Villa. Con el tiempo, cuando sus ambiciones presidenciales fueron impedidas por el Barón de Cuatro Ciénegas, el sonorense se impuso para llegar a ser electo presidente de México en 1920. La llegada al poder del Manco de Celaya señalaba el fin de la Revolución, y el inicio de una presidencia estable tras 10 años de guerra civil. Obregón impulsó cambios en materia educativa y laboral, promoviendo asimismo una reforma agraria moderada. A pesar de su genio militar y político, Obregón no logró evitar caer en las mismas tácticas políticas antidemocráticas de Díaz y Carranza (reelección y selección de su sucesor), lo que le llevó enfrentarse y eliminar a antiguos amigos y aliados. Al acercarse el fin de la presidencia de Plutarco Elías Calles, Obregón buscó ocupar de nuevo la silla presidencial, sólo para ser asesinado después de ser electo en 1928. Al igual que Madero, Orozco, Zapata, Villa y Carranza, la vida del último caudillo de la Revolución terminaría de forma violenta y trágica, al ser acribillado a balazos el 17 de julio de 1928 por un fanático católico llamado José de León Toral.

Una secuencia fotográfica de Álvaro Obregón vestido de civil durante una visita a Washington, D.C., Estados Unidos en 1917. Foto: Harris & Ewing Photographic Studio
Una secuencia fotográfica de Álvaro Obregón vestido de civil durante una visita a Washington, D.C., Estados Unidos en 1917. Foto: Harris & Ewing Photographic Studio

 

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