Movimiento Muralista Mexicano, arte al servicio del pueblo

Detalle de un mural titulado "Porfirismo a la Revolución", de David Alfaro Siqueiros en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México. Siqueiros fue uno de los máximos exponentes del Movimiento Muralista Mexicano. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine © 2017
Detalle de un mural titulado "Porfirismo a la Revolución", de David Alfaro Siqueiros en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México. Siqueiros fue uno de los máximos exponentes del Movimiento Muralista Mexicano. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine © 2017

El Movimiento Muralista Mexicano surgió a partir de la Revolución mexicana, la cual fue la primera revolución política, social y cultural importante del siglo XX. Esta lucha armada comenzó oficialmente el 20 de noviembre de 1910 y se prolongó durante una década.

El país vivía los estragos y fue necesario una etapa de reconstrucción, misma que fue iniciada por el general Álvaro Obregón tras ser elegido presidente en 1920. Obregón nombró a José Vasconcelos como Secretario de Educación Pública, quien ocupó el cargo de octubre de 1921 a julio de 1924.

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Nace el Movimiento Muralista Mexicano

Vasconcelos enfrentó el desafío de tener que educar a un pueblo de analfabetos. El arte público de grandes dimensiones debía ser parte de la solución, por tanto, se comenzó a educar a la nación a través del movimiento de la pintura muralista.

Un mural o pintura mural consiste en una técnica de arte pintado directamente sobre un muro o pared, generalmente en edificios públicos y a la vista de un gran número de personas.

Los representantes más destacados del Movimiento Muralista Mexicano que fueron comisionados para llevar a cabo esta labor artística-educativa fueron Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.

Ellos concibieron el arte más allá de un producto estético o decorativo, y como un instrumento educativo dirigido no a una élite sino al pueblo.

Estos tres grandes muralistas, quienes también fueron activistas políticos, utilizaron las paredes de edificios públicos, palacios, universidades y bibliotecas para plasmar una crónica visual de gran impacto y fuerza artística de la Revolución, así como de la historia general de México y escenas de la vida cotidiana del pueblo.

De esta manera, el arte y la cultura de México estuvieron al servicio de la sociedad y fomentaron los ideales de la Revolución mexicana. No solamente eso, sino que las pinturas murales crearon una nueva definición de la identidad de México, resaltando la ascendencia indígena del país.

Estos tres muralistas documentaron el maltrato de los indígenas perpetrado por los conquistadores españoles, creando en conjunto una visión panorámica de la historia de México, de tal manera que los murales enseñaban al pueblo su historia, a pesar de que los habitantes no sabían leer ni escribir.

Influencia del muralismo mexicano

El Movimiento Muralista Mexicano sirvió como una fuerte influencia a otros artistas de todo el Continente Americano, e incluso llegó mucho más allá de las fronteras de México, ya que algunos murales fueron comisionados y pintados en Estados Unidos.

Algunos de estos murales incluyen el pintado por Diego Rivera en el Instituto de Artes de Detroit, en Michigan —conocido como “Murales industriales de Detroit”—, el creado por José Clemente Orozco en el Colegio Dartmouth, en Hanover, Nueva Hampshire, —llamado “La epopeya de la civilización americana”—, así como el pintado por Siqueiros en Los Ángeles, California —titulado “América tropical”.

El Movimiento Muralista Mexicano duró aproximadamente medio siglo, desde principios de la década de 1920 hasta la década de 1970.

Sin embargo, este movimiento cobró de alguna manera fuerza en Estados Unidos en una nueva generación de artistas de ascendencia mexicana, quienes se inspiraron en sus raíces y emularon el arte público creado por Rivera, Siqueiros y Orozco.

Estos artistas fueron los creadores del llamado Arte Chicano, el cual encontró sus causas sociales en el Movimiento Chicano y el Movimiento de los Campesinos en la década de 1960 y 1970 principalmente.

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