León Trotsky, “el fin justifica los medios”

La Casa Museo León Trotsky se ubica en el sur de la Ciudad de México. El revolucionario fue asesinado en México en 1940 en la casa aledaña a este museo. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine © 2019
La Casa Museo León Trotsky se ubica en el sur de la Ciudad de México. El revolucionario fue asesinado en México en 1940 en la casa aledaña a este museo. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine © 2019

Lev Davidovich Bronstein, mejor conocido como León Trotsky, fue un revolucionario, teórico marxista y político soviético cuya corriente particular del pensamiento marxista se conoce como trotskismo.

Trotsky nació el 7 de noviembre de 1879 en Yanovka, Kherson, Rusia (la actual Ucrania), y murió el 21 de agosto de 1940 en la Ciudad de México.

Inicialmente, Trotsky mostró su apoyo a la facción menchevique-internacionalista dentro del Partido Laborista Socialdemócrata Ruso y se unió a los bolcheviques (o sea a la “mayoría”) justo antes de la Revolución de octubre de 1917.

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De inmediato, Trotsky se convirtió en líder del Partido Comunista, y más tarde en uno de los siete miembros del primer Politburó, fundado en 1917 para administrar la Revolución Bolchevique.

Más tarde, Trotsky fue removido de todos los cargos que ocupaba tras un lucha fallida de la Oposición de Izquierda contra las políticas y el surgimiento de Joseph Stalin en la década de 1920, así como contra el creciente papel de la burocracia en la Unión Soviética, lo que lo obligó al exilio.

El revolucionario fue asesinado en la Ciudad de México por Ramón Mercader, un agente de la NKVD nacido en España. El 20 de agosto de 1940, Mercader atacó a Trotsky con un piolet para el alpinismo, y Trotsky murió al día siguiente en un hospital. Mercader estaba al servicio de Stalin y tras el ataque mortal a Trotsky fue golpeado casi hasta la muerte por los guardaespaldas del revolucionario. Pasó 20 años en una prisión mexicana tras ser condenado por el asesinato.

Las ideas de León Trotsky constituyen la base del trotskismo, el cual llegó a formar la escuela de pensamiento marxista que se opone a las teorías del estalinismo. Fue sacado de los libros de texto de historia bajo el gobierno de Stalin.

¿Cuáles eran las ideas de León Trotsky?

El significado del verdadero marxismo era lo que el revolucionario ruso siempre trató de impulsar durante toda su trayectoria. Trotsky trabajó muy de cerca con Vladimir Lenin para llevar las teorías del ideólogo alemán Karl Marx a la práctica, cuando los dos legendarios revolucionarios dirigían la Revolución Bolchevique.

De acuerdo a las teorías de Marx, la revolución debía ser seguida por una “dictadura del proletariado”, al tomar los trabajadores control de los medios de producción.

La situación cambiaría para Trotsky tras la muerte de Lenin, cuando la burocracia absolutista de Joseph Stalin vendría a aplastar toda esperanza de cualquier movimiento de las masas con esas características de control.

Contrapuesto a lo que Trotsky buscaba aplicando la teoría marxista del proletariado, Stalin impuso una dictadura de un solo hombre.

Trotsky había buscado salvaguardar el progreso que él creía se había ganado con la revolución bajo un concepto de una “revolución permanente”, la cual debía sería garantizada por el constante apoyo de la clase trabajadora internacional.

Notablemente, Marx había lanzando una advertencia de que el socialismo en un lugar no podía tener éxito si estaba aislado del proletariado mundial, declarando que la revolución debía continuar “hasta que sea descartada la dominación de las clases más o menos poderosas… y no sólo en un país, sino en todos los países dominantes del mundo”. (K. Marx Y F. Engels. Mensaje Del Comité Central A La Liga De Los Comunistas, marzo de 1850).

Lenin, por su parte, había insistido que la revolución socialista en Rusia podía triunfar sólo si era respaldada por movimientos de trabajadores en una o varias otras naciones económicamente desarrolladas.

Los seguidores de Trotsky han desde entonces argumentado que esta falla en lograr un importante apoyo masivo internacionalmente fue la causa que a Unión Soviética cayera en el poder de Stalin.

El revolucionario ruso León Trotsky en el estudio de su casa en Coyoacán, en la ciudad de México, en donde sería asesinado en 1940 por órdenes de Stalin.
El revolucionario ruso León Trotsky en el estudio de su casa en Coyoacán, en la ciudad de México, en donde sería asesinado en 1940 por órdenes de Stalin. Foto: Instituto Nacional de Antropología e Historia ©

El régimen de terror de Joseph Stalin

Dentro de cuatro años de la muerte de Lenin, la democracia interna del partido y el sistema democrático del sistema ―que era la piedra angular del bolchevismo― habían sido desmantelados dentro de los partidos comunistas en todo el mundo.

Dentro de la misma Unión Soviética, la doctrina de “socialismo en un país” eliminó la aspiración más amplia para una revolución internacional de trabajadores.

Los opositores fueron denigrados como trotskistas y expulsados de las filas del partido. Cuando su facción de Oposición de Izquierda contra Stalin falló, Trotsky fue expulsado del Partido Comunista y exiliado de la Unión Soviética.

Para 1937, la dictadura estalinista ―el régimen del terror― había encarcelado o matado a todos los llamados trotskistas de la Oposición de Izquierda. Trotsky se refugió en México para evitar ser asesinado.

León Trotsky y “su moral y la nuestra”

Mucha de la izquierda reaccionó a los excesos de Stalin pasándose a la derecha y rechazando el marxismo revolucionario, tomando lo que Trotsky había descrito como posiciones “moralistas” que enfatizaban valores universales. Esto sugería que el bolchevismo ―el sistema centralista de Lenin y Trotsky― había permitido los crímenes de Stalin. En su folleto titulado “Su moral y la nuestra”, Trotsky describe este postulado como un espasmo revolucionario de conflicto de clases, disfrazado de moralidad.

Una de las mayores críticas al bolchevismo fue la creencia de Trotsky de que el concepto de que “el fin justifica los medios” había llevado directamente a la “amoralidad” de traición, brutalidad y al asesinato en masa. Para estos críticos, la moralidad servía como protección en contra de tales atrocidades.

Trotsky consideraba que aún con la intención o sin ella, esta era simplemente una defensa contra el capitalismo, ya que él creía que el capitalismo no podía existir “a través de la fuerza solamente. Este necesita el cemento de la moralidad”.

Para Trotsky, la moralidad no puede concebirse si no es a través de un conjunto de valores eternos que no se derivan a partir de una evidencia sensorial o material. Por consiguiente, ninguna conducta que no sea motivada por las condiciones sociales existentes, carece de legitimidad y autenticidad. Los conceptos morales abstractos que no tienen como base la evidencia empírica son simplemente instrumentos utilizados por las instituciones de la clase dominante para suprimir la lucha de clases. La clase dominante impone obligaciones “morales” en la sociedad, que sus miembros no siguen ellos mismos y que sirven para perpetuar su poder.

Trotsky cita la moralidad de la guerra como ejemplo. “Los gobiernos más ‘inhumanos’, los cuales en tiempos de paz ‘detestan’ la guerra, proclaman durante la guerra que el más alto deber de sus fuerzas armadas es la exterminación del mayor número de personas”. La insistencia sobre las normas de conducta ordenadas de la religión y la filosofía también fue un instrumento para engañar a las clases. Para Trotsky, exponer este engaño fue su primer deber revolucionario.

León Trotsky y la nueva aristocracia

El revolucionario ruso estaba deseoso de demostrar que las tendencias centralizadas de la ideología bolchevique no eran los “medios” cuyo “fin” era el estalinismo. Dicha centralización fue necesaria para derrotar a los enemigos del bolchevismo, pero su fin siempre tuvo la intención de ser una dictadura descentralizada del proletariado, gobernando a través del sistema de los soviéticos. Para Trotsky, el estalinismo era una “inmensa reacción burocrática” en contra de lo que él vio como los avances de la revolución de 1917. El estalinismo volvió a instituir lo peor de los derechos absolutistas, “regenerando el fetichismo del poder” más allá de los sueños de los mismos zares rusos; esto había creado una “nueva aristocracia”. Trotsky vio los crímenes de Stalin como la consecuencia de la lucha de clases más brutal de todas, la de “la nueva aristocracia en contra de las masas que la habían llevado al poder”. Él fue mordaz acerca de los auto-declarados marxistas que vinculaban el bolchevismo con el estalinismo al enfatizar la inmoralidad de ambos. En la opinión de Trotsky, él y sus seguidores se habían opuesto a Stalin desde el principio, mientras que sus críticos habían solamente llegado a esa postura después de que las atrocidades de Stalin habían salido a la luz.

Con frecuencia, los críticos del marxismo afirman que la idea de “el fin justifica los medios” es utilizada para justificar actos de asesinato y barbarismo, así como para el engaño de las masas, supuestamente para su propio beneficio. León Trotsky insistió que esto era un mal entendimiento, que “el fin justifica los medios” simplemente significaba que existe una manera aceptable de hacer lo correcto. Por ejemplo, si es permisible comer pescado entonces es correcto matarlo y cocinarlo. La justificación moral de cualquier acción debe ser vinculada a su “fin” de esta manera. Matar a un perro rabioso que está amenazando a un niño es una virtud, pero matar a un perro sin justificación, o perversamente, sin ningún “fin”, es un crimen.

El fin fundamental según Trotsky

Así que, cuál es la respuesta a la pregunta ¿qué debemos ser y qué no debemos ser? ¿Qué fin justifica los medios necesarios para lograrlo? Para Trotsky, el fin se justifica si este “lleva a incrementar el poder de un hombre sobre la naturaleza, y a la abolición del poder del hombre sobre el hombre”. Dicho de otra manera, el fin mismo puede ser como los medios para este fin fundamental. Pero ¿quiso decir Trotsky que la liberación de las clases trabajadoras era un fin para que cualquier destructividad fuera permisible? Él solamente consideraría esta cuestión en relación de la lucha de clases, considerándola, de otra manera, una abstracción sin sentido. De esta manera, el único bien con sentido es el que une al proletariado revolucionario, fortaleciéndolo como una clase para la lucha continua.

A través de los años, el razonamiento de Léon Trotsky ha sido considerado por algunos marxistas destacados como peligroso, contrarrevolucionario y falso, opinando que sus ideas no prevalecerían por ser incorrectas y por fallar en ajustarse a condiciones objetivas, así como a las necesidades e intereses del pueblo soviético.

No obstante, el trotskismo ha tenido cierta influencia en algunos de las principales luchas sociales recientes en América Latina y en otras partes del mundo.

ENLACE EXTERNO → Museo León Trotsky en Ciudad de México

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