(Estados Unidos) — Un tiroteo masivo en El Paso, Texas dejó sin vida a 22 personas y a 24 más heridas. El ataque ocurrió la mañana del 3 de agosto de 2019 en el este de la ciudad fronteriza, que colinda con Ciudad Juárez, Chihuahua, México.
Entre los muertos había trece estadounidenses, ocho mexicanos y un alemán.
El atacante, Patrick Wood Crusius, un joven de raza blanca de 21 años y originario de Texas, fue arrestado poco después del tiroteo y acusado formalmente por las autoridades de asesinato capital.
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En el estado de Texas, un acusado que es hallado culpable de asesinato capital puede ser condenado a la pena de muerte.
Tienda Walmart, lugar del tiroteo masivo en El Paso
El tiroteo masivo en El Paso ocurrió en un Supercentro Walmart cercano al Centro Comercial Cielo Vista. El pistolero entró en la tienda armado con lo que se cree es un rifle WASR-10 —una versión civil semiautomática del AK-47—, para después comenzar a disparar contra la gente, justo antes de las 10:40 a.m.
Vanessa Saenz, testigo del ataque, afirma que Crusius estaba disparando contra algunos clientes en el estacionamiento antes de entrar a la tienda. El gerente de Walmart alertó a sus empleados sobre la presencia de un pistolero activo, después de presenciar que Crusius comenzaba a disparar en el estacionamiento.
Un tirador activo es “una persona participando activamente en el asesinato o intento de asesinato de personas en un espacio reducido y poblado”, según la definición del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos.
Muchos otros testigos presenciales del tiroteo dijeron a los medios de comunicación que, al principio, pensaban que los disparos provenían de una obra de construcción en el techo o de fuegos artificiales, antes de darse cuenta de que en realidad se trataba de disparos de un arma de fuego.
Muchos clientes y empleados de la tienda huyeron a otras tiendas del Centro Comercial Cielo Vista para escapar y esconderse del tirador, algunos poniéndose debajo de las mesas dentro de un restaurante McDonalds aledaño al Walmart, y otros detrás del edificio.
Después del tiroteo, Crusius condujo su vehículo hasta un crucero cercano, en donde más tarde se entregó a un policía de motocicleta de El Paso.
La Agencia Federal de Investigaciones (FBI) está investigando el tiroteo como un acto de terrorismo doméstico y un posible crimen de odio.
El objetivo del ataque fue en contra de “mexicanos”
Tras el tiroteo masivo en El Paso, se reveló que Crusius había publicado en las redes sociales un manifiesto nacionalista de la raza blanca y antiinmigrante justo antes del ataque. El manifiesto indica que el pistolero se habría inspirado en los atentados en la mezquita de Christchurch en Nueva Zelanda, perpetrados el 15 de marzo de 2019 y donde murieron 51 personas. El documento publicado por Crusius se refiere a la teoría de la conspiración del “genocidio blanco”.
Seis días después del ataque, el 9 de agosto de 2019, Crusius renunció a ejercer sus derechos de la “Advertencia Miranda”, y confesó a la policía que el objetivo de su ataque fue en contra de “mexicanos”.
La Advertencia Miranda recuerda a un acusado de un crimen sobre su derecho a guardar silencio, ya que cualquier cosa que diga puede y será usada en su contra en un tribunal de justicia.
En el manifiesto titulado La verdad incómoda (“The Inconvenient Truth”), atribuido a Crusius, el joven habría escrito: “Este ataque es una respuesta a la invasión hispana de Texas. Ellos son los instigadores, no yo. Simplemente estoy defendiendo a mi país del reemplazo cultural y étnico provocado por una invasión”.
El término “reemplazo étnico” se refiere a una creencia de algunos grupos de la raza blanca que se oponen a la inmigración en Estados Unidos. En 2014, Thomas Korkmaz, quien pertenece a un grupo antiinmigrante llamado Texanos para la Reducción de la Inmigración y la Aplicación de las Leyes (“Texans for Immigration Reduction and Enforcement”), afirmó que la afluencia de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos está diluyendo la población de estadounidenses blancos a través del “reemplazo étnico”.
Los miembros de grupos como este afirman que la inmigración de personas no blancas y que hablan otro idioma, como el español, está eliminando “nuestras fronteras, nuestro idioma y nuestra cultura”.
Parte del lenguaje utilizado por el presunto asesino de El Paso hace eco del lenguaje utilizado por el presidente de Estados Unidos Donald Trump y su campaña de reelección en publicaciones en sus páginas oficiales de Facebook y Twitter, que han utilizado la palabra “invasión” miles de veces para describir a los inmigrantes que buscan ingresar en la frontera entre Estados Unidos y México.
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