Descubrimientos arqueológicos destacados en Ciudad de México desde 1978

La actual Ciudad de México fue fundada por los mexicas hace casi 700 años. Tras la aniquilación de su civilización por los conquistadores españoles, gran parte de su arquitectura quedó sepultada con el tiempo, como se ha demostrado con los asombrosos descubrimientos arqueológicos como el del monolito de Coyolxauhqui, cuyo hallazgo dio paso a la excavación masiva de las ruinas del Templo Mayor de Tenochtitlan. Collage por Barriozona Magazine © 2022
La actual Ciudad de México fue fundada por los mexicas hace casi 700 años. Tras la aniquilación de su civilización por los conquistadores españoles, gran parte de su arquitectura quedó sepultada con el tiempo, como se ha demostrado con los asombrosos descubrimientos arqueológicos como el del monolito de Coyolxauhqui, cuyo hallazgo dio paso a la excavación masiva de las ruinas del Templo Mayor de Tenochtitlan. Collage por Barriozona Magazine © 2022

(México) — La Ciudad de México es fuente inagotable de descubrimientos arqueológicos, en particular el área del Centro Histórico de esta gran metrópolis y capital del país.

La arqueología, así como los constantes hallazgos, son componentes esenciales del palpitar cultural de esta urbe de gran densidad demográfica que se desarrolló hace casi siete siglos a partir de un mítico islote sobre un lago prácticamente extinto hoy.

La Ciudad de México es la ciudad más grande, así como la más poblada de América del Norte, y desde hace algunos años una de 32 entidades federativas del país.

Lo que aún yace sobre su subsuelo y lo que se ha excavado a través de los siglos y recientemente, son un contundente testimonio de la civilización mexica, que no obstante su aniquilación tras la invasión de los conquistadores españoles al mando de Hernán Cortés, dejó impresionantes muestras de su arte, gobierno y religión, algunos casi intactas.

Sería imposible enumerar la cifra de objetos arqueológicos encontrados, pero la lista a continuación ayudará a responder cuáles son los más sobresalientes descubrimientos arqueológicos en la Ciudad de México a partir de 1978.

Los siguientes datos breves nos dan un vistazo rápido a estos hallazgos, pero en este artículo describiremos en más detalle cada uno de ellos.

Descubrimientos arqueológicos en la Ciudad de México desde 1978

  • Monolito de Coyolxauhqui – 1978
  • Monolito de Tlaltecuhtli – 2006
  • Cuauhxicalco – 2011
  • Ruinas del Huei Tzompantli – 2015
  • Vestigios del Templo de Ehécatl y de la cancha del Juego de Pelota – 2017

 

COYOLXAUHQUI, HALLAZGO DECISIVO DE LA ARQUEOLOGÍA MEXICANA

El monolito de Coyolxauhqui simboliza el parteaguas definitivo de la arqueología mexicana tras su descubrimiento casual el 22 de febrero de 1978. El punto de encuentro de esta piedra labrada de ocho toneladas de peso confirmó la ubicación del sitio exacto del Templo Mayor, cuyas ruinas fueron completamente excavadas a partir de ese año. La fascinante historia de su hallazgo incluye el dato curioso de que no fueron arqueólogos quienes la encontraron en el corazón de la Ciudad de México. El de Coyolxauhqui es sin lugar a dudas uno de los descubrimientos arqueológicos contemporáneos más fundamentales.

El monolito de Coyolxauhqui, como se ehxibe en el Museo del Templo Mayor. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine  © 2006
El monolito de Coyolxauhqui, como se exhibe en el Museo del Templo Mayor. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine  © 2006

TLALTECUHTLI, EL SURGIMIENTO DE UNA MARAVILLA ARQUEOLÓGICA

Otro de los descubrimientos arqueológicos más impresionantes y comparable al de la piedra de la deidad mexica de la luna en 1978 fue el de un imponente monolito. El 2 de octubre de 2006, el INAH informó sobre el hallazgo de una colosal escultura que se identificó como una representación pétrea de la deidad mexica de la tierra, Tlaltecuhtli. La gran piedra de más de casi 12 toneladas de peso, cuatro por tres metros, y un espesor de cerca de 40 centímetros, surgió a la luz tras cinco siglos oculta. El sitio del descubrimiento fue justo al frente de las ruinas del Templo Mayor. Este monolito, al igual que el de Coyolxauhqui, están en exhibición permanente en el Museo del Templo Mayor.

En 2006, este impresionante monolito de la cultura mexica fue hallado en la Ciudad de México. El hallazgo de Tlaltecuhtli es uno de los recientes descubrimientos arqueológicos más impresionantes. Foto: Proyecto Templo Mayor-INAH
En 2006, este impresionante monolito de la cultura mexica fue hallado en la Ciudad de México. El hallazgo de Tlaltecuhtli es uno de los recientes descubrimientos arqueológicos más impresionantes. Foto: Proyecto Templo Mayor-INAH

CUAUHXICALCO, PLATAFORMA CIRCULAR CON MÚLTIPLES CABEZAS DE SERPIENTE

El 6 de octubre de 2011, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció el hallazgo en un área contigua a las ruinas Templo Mayor de lo que describieron como una “plataforma circular” de grandes dimensiones de al menos 500 años de antigüedad. Los especialistas determinaron que se trataba de un cuauhxicalco –un edificio ceremonial– con varias esculturas en forma de cabeza de serpiente de piedra. La estructura mide 15 metros en diámetro y se ubicó dentro de lo que fue el recinto sagrado de los mexicas. Hoy puede ser vista en la entrada al la zona arqueológica del Templo Mayor.

La plataforma circular mexica o cuauhxicalco tiene esculpidas cabezas de serpiente hechas en toba y las de mayor tamaño —de entre 40 y 45 centímetros— en basalto. Foto: Héctor Montaño | INAH
La plataforma circular mexica o cuauhxicalco tiene esculpidas cabezas de serpiente hechas en toba y las de mayor tamaño —de entre 40 y 45 centímetros— en basalto. Foto: Héctor Montaño | INAH

HUEI TZOMPANTLI, EL ATERRADOR TORRE DE CRÁNEOS

Excavaciones en un predio en la Calle de Guatemala en el centro de la Ciudad de México –contiguo a la Catedral Metropolitana– sacaron a la luz una “plataforma rectangular” cuyo núcleo consistía en un elemento circular hecho a base de cráneos humanos. Arqueólogos del INAH dieron a conocer este hallazgo el 20 de agosto de 2015 tras varios meses de trabajo. Expertos mexicanos de renombre determinaron que la plataforma no era sino el Gran Tzompantli (o Huei Tzompantli), que según fuentes de la época provocó terror a los conquistadores españoles en 1521. El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma teorizó que muchos de los cráneos pudieran haber sido de enemigos capturados, sacrificados y decapitados por los de los mexicas. Dos años después del hallazgo se habían documentado 350 cráneos.

Eduardo Matos Moctezuma, destacado arqueólogo mexicano e investigador emérito del INAH, hablando sobre el simbolismo del Huey Tzompantli, tras su hallazgo en 2015. El Gran Tzompantli constituye uno de los más impresionantes descubrimientos arqueológicos de la Ciudad de México. Foto: Héctor Montaño | INAH
Eduardo Matos Moctezuma, destacado arqueólogo mexicano e investigador emérito del INAH, hablando sobre el simbolismo del Huey Tzompantli, tras su hallazgo en 2015. El Gran Tzompantli constituye uno de los más impresionantes descubrimientos arqueológicos de la Ciudad de México. Foto: Héctor Montaño | INAH

RUINAS DEL TEMPLO DE EHÉCATL Y CANCHA DEL JUEGO DE PELOTA

Tras varios años excavaciones a cargo de arqueólogos de Programa de Arqueología Urbana del INAH se dio a conocer el descubrimiento de las ruinas del principal templo dedicado a la deidad mexica del viento, Ehécatl, así como el de una esquina del Juego de Pelota de Tenochtitlan. El descubrimiento hecho el 7 de Junio de 2017 determinó que estos vestigios mexicas están dentro una zona que abarca siete cuadras en donde se encontraba el  Recinto Ceremonial de México-Tenochtitlan. La mayor parte de este espacio aún está bajo tierra.

Arqueólogos del Programa de Arqueología Urbana dieron a conocer el hallazgo de los restos de la principal cancha del juego de pelota de Tenochtitlan. La ruinas se encontraron en el mismo terreno donde se ubicaron las ruinas del Templo a Ehécatl-Quetzalcóatl. Foto: PAU-INAH.
Arqueólogos del Programa de Arqueología Urbana dieron a conocer el hallazgo de los restos de la principal cancha del juego de pelota de Tenochtitlan. La ruinas se encontraron en el mismo terreno donde se ubicaron las ruinas del Templo a Ehécatl-Quetzalcóatl. Foto: PAU-INAH.

¿Qué podemos aprender de los hallazgos arqueológicos en la Ciudad de México?

La arqueología es una disciplina que permite a una sociedad aprender sobre el pasado de su cultura mediante el estudio de objetos, artefactos y huesos de humanos y animales, entre otros elementos. El estudio de ellos abre una ventana al pasado para darnos una idea de cómo era la vida de las personas que vivieron cientos de años atrás y que influenciaron de diversas maneras la vida presente.

Los arqueólogos mexicanos, unidos a diverso grupo multidisciplinario, han llevado a cabo difíciles excavaciones en las que han hallado un gran cantidad de artefactos y estructuras de la cultura mexica. Posteriormente, su estudio de las características de lo encontrado los ha llevado a deducir científicamente cómo vivieron los fundadores de la Ciudad de México.

Así, las grandes piedras como las de Coyolxauhqui y Tlaltecuhtli, y las estructuras y artefactos encontrados y estudiados por los arqueólogos, nos llevan más allá del registro histórico escrito y de nuestra propia imaginación para visualizar en lo posible la vida del mexica y su civilización.

Video relacionado: El Huey Tzompantli del Recinto Sagrado de Tenochtitlan

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