Tiroteos escolares en Estados Unidos, amenaza latente y en aumento

El responsable del mortal tiroteo en una escuela de Uvalde, Texas, Estados Unidos, Salvador Ramos, de 18 años. El ataque perpetrado el 24 de mayo de 2022 en la Escuela Primaria Robb, fue uno de los peores tiroteos escolares en Estados Unidos, comparable al de la primaria Sandy Hook, en 2012. Foto-ilustración: Barriozona Magazine
El responsable del mortal tiroteo en una escuela de Uvalde, Texas, Estados Unidos, Salvador Ramos, de 18 años. El ataque perpetrado el 24 de mayo de 2022 en la Escuela Primaria Robb, es uno de los peores tiroteos escolares en Estados Unidos, comparable al de la primaria Sandy Hook, en 2012. Las armas que Ramos había comprado aparecen en una fotografía que compartió en una cuenta de Instagram, en donde etiquetó el nombre de usuario @epnupues. Foto-ilustración: Barriozona Magazine

Este artículo acerca de tiroteos escolares en Estados Unidos se actualizó el 27 de mayo para incluir información reciente sobre el tema.

(Estados Unidos) — Los tiroteos escolares en Estados Unidos son una tendencia creciente que plantea una serie de problemas y retos para las familias, las fuerzas del orden público y los poderes gubernamentales. Para estudiantes y maestros, los incidentes que involucran armas de fuego dentro de los centros de educación representan además una amenaza directa, real y probable.

Con cada nuevo caso de este tipo de violencia, el debate social en torno a los tiroteos escolares se reactiva, no obstante, las posibilidades de que otro incidente ocurra no disminuyen, mientras que las medidas para tratar de evitarlos parecen ser limitadas e insuficientes.

Tiroteo mortal en Uvalde, Texas en mayo de 2022 deja más de 20 muertos

El tiroteo mortal en una escuela primaria de Estados Unidos perpetrado el 24 de mayo de 2022 en la ciudad de Uvalde, Texas, en el que un joven de 18 años abrió fuego en múltiples ocasiones, dejó como saldo la muerte de 19 estudiantes y dos maestras.

De acuerdo a las autoridades, el estudiante Salvador Ramos también disparó e hirió a su abuela en su casa antes de dirigirse a la Escuela Primaria Robb en Uvalde.

Tras el ataque, Ramos, estudiante de la Escuela Preparatoria Uvalde, fue finalmente confrontado por un equipo táctico de agentes de la Patrulla Fronteriza que le dispararon dentro del aula escolar, matándolo.

El tiroteo en Uvalde fue sorprendentemente similar al de la Escuela Primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, en 2012, en el que Adam Lanza mató a 26 personas, incluyendo a 20 niños de primer grado escolar.

Para la sociedad estadounidense, los informes periodísticos y las publicaciones individuales en sitios de redes sociales acerca de esta trágica balacera en la escuela Robb Elementary son un sombrío recordatorio no solamente acerca de la incidencia de los tiroteos escolares, sino de la impotencia parcial de los sectores involucrados para evitarlos.

Ante tragedias como esta, existe también un grado de indiferencia en la sociedad, que reacciona a nuevos casos de tiroteos en las escuelas como a un hecho cotidiano y sobre el que se ha perdido la capacidad de asombro.

Causas y factores de los tiroteos escolares

Un tiroteo puede suscitarse en primarias, secundarias o universidades, y por lo general se trata de ataques planeados y perpetrados con un arma de fuego.

Las razones por las cuales un estudiante ha llevado a cabo un tiroteo en una escuela varían, pero con base a datos recabados por el gobierno federal estadounidense, la mayoría de ellos se ha originado por situaciones de intimidación o acoso (bullying), persecución, amenazas o venganza, y en menores proporciones por un deseo de resolver un problema, tendencia al suicidio y depresión, así como para tratar de llamar la atención o buscar reconocimiento.

Algunos estudios indican que algunos factores que empujan a los jóvenes a llevar a cabo los tiroteos escolares van desde la disfunción familiar, la falta de supervisión por parte de los familiares y el fácil acceso a obtener una arma de fuego, hasta problemas mentales o psicológicos.

Debido a que las escuelas concentran un alto número de personas confinadas a lugares cerrados como las aulas escolares, los incidentes con armas de fuego derivan en la muerte o lesiones de múltiples víctimas.

Aunque los tiroteos cometidos en centros de estudio han sucedido en otros países, las estadísticas colocan a Estados Unidos como el país en donde ocurre el mayor número de casos de balaceras en las escuelas.

Tiroteos escolares, cada vez más frecuentes

Con base a información publicada por el portal en inglés Education Week, en 2022 se han registrado 27 tiroteos en escuelas de Estados Unidos, incluyendo el de Uvalde, Texas el 24 de mayo. Se debe tomar en cuenta que estos datos aumentan con la frecuencia en que este tipo de casos se suscitan, por tanto las estadísticas citadas aquí corresponden a la fecha de actualización de este artículo.

Otro factor estadístico es que las cifras varían según la fuente que las recopila, contabiliza y reporta. La organización sin fines de lucro Everytown for Gun Safety —la más grande en Estados Unidos dedicada a la prevención de la violencia armada— lleva a cabo un conteo más amplio. De acuerdo a este organismo, en 2022 se han registrado hasta esta fecha al menos 77 incidentes de disparos en instalaciones escolares, que resultaron en 28 muertos y 86 heridos a nivel nacional”, sin contar el más reciente en Uvalde, Texas.

Medidas de prevención contra los tiroteos

La relativa facilidad con la que un estudiante puede ingresar a su escuela con una arma de fuego escondida con el fin de cometer un tiroteo, contrasta con las medidas para aumentar la seguridad en los centros de aprendizaje que se han implementado desde el caso del mortal tiroteo en la Columbine High School en el estado de Colorado en 1999, en el que dos estudiantes armados con rifles dejaron un saldo de 12 estudiantes muertos y un maestro, así como más de 20 heridos.

La presencia continua de un oficial de policía, cámaras de vigilancia y la práctica de simulacros de aislamiento o acceso restringido a las aulas para adiestrar a los alumnos y personal escolar en situaciones de emergencia, son parte de esas medidas para aumentar la seguridad en las escuelas que han sido adoptadas en los últimos años en respuesta a la incidencia de los tiroteos escolares.

En la actualidad, miles de centros de aprendizaje —incluida la primaria Robb, en Texas, donde Salvador Ramos cometió el mortal tiroteo— llevan a cabo simulacros para saber cómo responder a situaciones de francotiradores activos y enseñar a los estudiantes a atrincherarse en las aulas e incluso a enfrentarse directamente al atacante de ser necesario.

Aunque estas medidas de seguridad pueden ser efectivas en el sentido de reducir las consecuencias de un tiroteo en una escuela, no pueden evitar por completo la violencia armada como la perpetrada en la primaria Robb, en donde 19 niños de cuarto año y dos maestras perdieron la vida.

Alternativas de medidas de prevención

Ante escenarios como el de la tragedia en la ciudad de Uvalde, algunos especialistas en el tema de los tiroteos escolares abogan por que las escuelas inviertan más tiempo y recursos en medidas preventivas de otra índole. Entre ellas están una mayor capacitación y recursos en el campo de la salud mental, campañas que promuevan entre los estudiantes el rechazo al acoso escolar y favorezcan la inclusión social, así como mejores evaluaciones de amenazas potenciales a fin de detectar o mitigar señales de advertencia en estudiantes proclives a realizar este tipo de actos violentos.

Algunos sectores de la sociedad han sugerido que se instalen detectores de metal en las entradas de las escuelas a fin de evitar que los estudiantes ingresen con armas de fuego o cuchillos. Esta medida, similar a la que existe en los aeropuertos, crearía la necesidad de instalar infraestructura especial así como de asignar personal de seguridad adicional capacitado en cada centro de aprendizaje.

A las actuales medidas de seguridad en el contexto escolar se suman otras propuestas, entre las que se encuentran aprobar leyes de riesgo extremo para evitar temporalmente que alguien en crisis acceda a un arma, fomentar el almacenamiento seguro de armas de fuego, así como aumentar la edad mínima para comprar armas de fuego semiautomáticas, entre otras.

Retos inmediatos frente a los tiroteos escolares

Ante los tiroteos escolares, la sociedad, el gobierno de Estados Unidos y los cuerpos policiacos se enfrentan a uno de los mayores y más serios problemas sociales en el país, uno que exige mejores y más efectivas soluciones.

Hay que tener en cuenta también que muchas amenazas fueron frustradas por algunas de las medidas de prevención actuales, esto gracias a que se detectaron a tiempo y con esto se impidió la pérdida de vidas o de estudiantes y personal escolar herido.

Se debe reconocer por igual que la proliferación de las armas de fuego en la sociedad estadounidense es uno de los mayores factores que contribuyen a que jóvenes estudiantes tengan acceso a ellas, ya que con frecuencia las obtienen a escondidas y por el descuido o negligencia de sus padres.

De no actuar de forma decisiva para formular respuestas más efectivas a este grave problema social en Estados Unidos, es muy probable que los tiroteos escolares continúen sucediendo con la frecuencia y las consecuencias trágicas que les caracterizan.

Las posibles soluciones convocan a todos los sectores involucrados a trabajar diligentemente antes de que los estruendos de los disparos de un arma hechos por un estudiante en una escuela de cualquier estado y ciudad nos vuelvan a sobresaltar al enterarnos de la pérdida de más vidas de jóvenes y maestros en un caso más de tiroteos en las escuelas de Estados Unidos.

El nuevo fenómeno de las “pistolas fantasmas”

Una nueva tendencia relacionada a los tiroteos en escuelas de Estados Unidos es el de las llamadas “pistolas fantasmas”.

Desde noviembre de 2021, al menos cuatro tiroteos en escuelas involucraron a presuntos tiradores que usaron una “pistola fantasma”.

Una “pistola fantasma” es un arma de fuego que se vende desarmada, se puede comprar en línea y armarse sin dejar rastro, y los expertos en este tema advierten que esta tendencia se está volviendo cada vez más peligrosa.

Hay dos tipos de armas que caen bajo el apodo de pistola fantasma. La primera es una pistola de plástico que se puede fabricar con una impresora 3D y por lo regular dispara solamente una bala.

La segunda versión de pistola fantasma viene en paquetes de ensamblaje manual que incluyen todas las partes de un arma, pero sin números de serie ni componentes específicos, por lo que estas armas caseras evaden las leyes federales que requieren registro y rastreo. De ahí se deriva su nombre de “pistolas fantasmas”.

Relacionado → La lista de los tiroteos más letales en escuelas de Estados Unidos

Video relacionado: Campaña de prevención de la violencia armada

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