El Pacto de Sabinas, el acuerdo de Pancho Villa con el gobierno que llevó a su rendición

Después de la firma del Pacto de Sabinas, en la ciudad de Sabinas, Coahuila, los generales Francisco “Pancho” Villa y Eugenio Martínez (cuarto de izquierda a derecha) acompañados de fuerzas villistas y representantes del gobierno, posan para una fotografía que dejó grabado el momento histórico de la rendición del Centauro del Norte. Foto: Instituto Nacional de Antropología e Historia, México | Derechos Reservados
Después de la firma del Pacto de Sabinas, en la ciudad de Sabinas, Coahuila, los generales Francisco “Pancho” Villa y Eugenio Martínez (cuarto de izquierda a derecha) acompañados de fuerzas villistas y representantes del gobierno, posan para una fotografía que dejó grabado el momento histórico de la rendición del Centauro del Norte. Foto: Instituto Nacional de Antropología e Historia, México | Derechos Reservados

Justo antes del mediodía del 28 de julio de 1920, en la plaza de Sabinas, Coahuila, los generales Francisco Villa y Eugenio Martínez firmaron un histórico documento conocido como el Acta de Unificación o Pacto de Sabinas.

Este pacto fue resultado de diálogos y negociaciones previas con el objetivo de consolidar la paz en México, y su contenido sentó las bases para buscar reconciliación y la estabilidad en una nación convulsionada por una década de Revolución.

Una reunión previa se celebró en San Pedro, Coahuila, a la cual asistió el corresponsal de la agencia de noticias United Press, R.H. Turner, cuyo reporte fue publicado el 10 de agosto de 1920, casi dos meses antes de la firma del pacto.

“Estoy listo ahora para abrazar a mis peores enemigos”, declaró Villa en esa ocasión. “Y no quiero más enemigos, solo amigos”, dijo al corresponsal.

Según el artículo, Villa hizo esta declaración más formal después: “México y los mexicanos, incluyéndome a mí, estamos cansados de pelear. Lo mejor ahora es establecerse y ponerse a trabajar. Estoy ansioso por demostrar que puedo trabajar tan bien como pelear. Soy un soldado y estoy listo para obedecer órdenes”.*

El general Villa acordó deponer las armas y retirarse a la vida privada, mientras que el presidente interino de México en ese momento de transición, Adolfo de la Huerta, se comprometió a cederle en propiedad la hacienda Canutillo, ubicada en el estado de Durango, donde Villa establecería su residencia.

Además, se acordó que Villa contaría con una escolta de cincuenta hombres de su confianza, designados por él mismo y dependientes de la Secretaría de Guerra y Marina, cuyo único propósito sería garantizar su seguridad personal.

El pacto también contemplaba beneficios para aquellos que formaban parte de las fuerzas de Villa. El gobierno se comprometió a proporcionarles el importe de un año de haberes según su rango, así como tierras en propiedad para que pudieran dedicarse a trabajar. Para aquellos que deseaban seguir en la carrera de las armas, se les ofreció la oportunidad de incorporarse al Ejército Nacional.

Uno de los aspectos más destacados del Pacto de Sabinas fue la promesa de Villa de no tomar las armas en contra del gobierno constituido ni en contra de sus compatriotas. Esta promesa, respaldada por su palabra de honor, brindaba una garantía crucial para la estabilidad y la reconstrucción del país.

El Pacto de Sabinas marcó un hito en la historia de México al lograr una reconciliación entre facciones en conflicto y sentar las bases para la pacificación y la reconstrucción nacional.

El líder revolucionario mexicano Pancho Villa (1878 – 1923, izquierda) sentado contra un árbol, fumando con el general mexicano Porfirio Ornelas Galindo, sus sombreros de paja sobre sus rodillas, luego de la rendición de Villa en Sabinas, Coahuila, México, en julio de 1920. Según lo escrito en el frente de la impresión, la imagen posiblemente se atribuya a los fotógrafos pioneros del reportaje fotográfico Agustín Víctor y Miguel Casasola.

Aunque este histórico evento ocurrió hace más de cien años, el Pacto de Sabinas sigue siendo relevante por haber sido un peldaño que ayudaría a superar conflictos y sentar las bases para un futuro más pacífico y próspero en México.

Este pacto es especial relevancia en julio de 2023, ya que México conmemora el trágico aniversario del asesinato de Francisco Villa perpetrado el 20 de julio de 1923.

Villa, una figura icónica de la Revolución mexicana, encontró un destino violento cuando fue emboscado por varios hombres en Hidalgo del Parral, Chihuahua, mientras conducía su vehículo. Este acto de violencia ocurrió tres años después de la firma del Pacto de Sabinas, casi en la misma fecha en que se llevó a cabo dicho pacto.

A pesar de haber firmado el pacto en busca de una paz duradera, el Centauro del Norte no pudo evitar una muerte violenta. Durante los diez años de la Revolución mexicana, Villa vivió en medio del tumulto y la violencia, y su vida terminó de manera trágica, reflejando la turbulencia que había caracterizado su existencia.

Su legado perdura en la memoria colectiva de México, y su vida y su muerte continúan siendo objeto de estudio y reflexión en la historia del país.

* Francisco “Pancho” Villa surrenders to Mexican authorities By R.H. Turner, United Press Staff Correspondent. San Pedro, Coahuila. August 10, 1920. [Cita traducida por el autor de este artículo].


Texto íntegro del Pacto de Sabinas

1920 ACTA DE UNIFICACIÓN O PACTO DE SABINAS COAHUILA
Sabinas Coahuila, 28 de julio de 1920
Francisco Villa

En la plaza de Sabinas, Coahuila, siendo las once de la mañana del día veintiocho de julio de mil novecientos veinte, los que suscribimos, generales Francisco Villa y Eugenio Martínez, hacemos constar:

Que después de haber celebrado amplias conferencias a fin de consolidar la paz en los Estados Unidos Mexicanos, hemos llegado a un acuerdo cordial y satisfactorio, aceptándose por el primero, en nombre propio y el de sus fuerzas, las bases que le propuso el Ejecutivo de la Unión, por conducto del segundo, que a continuación se expresan:

Primera. El general Villa depone las armas para retirarse a la vida privada.

Segunda. El Ejecutivo de la Unión cederá en propiedad y con los requisitos legales al señor general Villa la hacienda Canutillo, ubicada en el estado de Durango, haciéndole entrega de los títulos traslativos de dominio. En dicha hacienda deberá tener su residencia el general Villa.

Tercera. En el mencionado lugar tendrá el señor general Villa una escolta formada por cincuenta hombres de su confianza, que él mismo designará y que dependerá de la Secretaría de Guerra y Marina, pagándosele los haberes correspondientes. Dicha escolta no podrá ser removida ni podrá distraérsele de su único objeto que es el de la seguridad personal del referido general.

Cuarta. A las demás personas que forman actualmente parte de las fuerzas del general Villa, entendiéndose tanto los presentes en esta plaza como los que en distintos lugares se encuentran cumpliendo comisiones que les ha conferido el señor general Villa, se les dará por el gobierno el importe de un año de haberes según el grado que ostenten a la fecha. Además, se les darán tierras en propiedad en el lugar que indiquen los interesados, para que en ellas se dediquen a trabajar.

Quinta. A las personas que deseen continuar en la carrera de las armas se les incorporará en el Ejército Nacional.

El señor general Villa protesta bajo su palabra de honor no tomar las armas en contra del gobierno constituido, ni en contra de sus compatriotas. Por su parte, el señor general Martínez protesta, en la misma forma, velar con lealtad porque las bases anteriores sean puntualmente cumplidas y porque el señor general Villa y las personas que han constituido sus fuerzas gocen en general de garantías efectivas.

Para constancia, se levanta la presente, firmando ambos de conformidad, a fin de que quede garantizado el cumplimiento de lo estipulado.

Nota. Los CC. generales, jefes, oficiales y tropa que pertenecen a las fuerzas que comanda el C. general Villa son como sigue:

Un general de División, un general de Brigada, siete brigadieres, veintitrés coroneles, veinticinco tenientes coroneles, treinta y tres mayores, cincuenta y dos capitanes primeros, treinta y tres capitanes segundos, treinta y cuatro tenientes, cuarenta y un subtenientes, treinta y un sargentos primeros, treinta y tres sargentos segundos, catorce cabos y cuatrocientos ochenta soldados.

General de División Eugenio Martínez
General de División Francisco Villa

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