La muerte de Victoriano Huerta terminó con los sueños de contrarrevolución del ex general del Ejército Federal Mexicano y presidente de México durante uno de los periodos más convulsos en la historia del país, la Revolución mexicana.
Victoriano Huerta desempeñó un importante papel militar durante esta guerra civil, no obstante, su ascenso al poder en febrero de 1913 fue mediante un golpe de Estado contra el gobierno del presidente Francisco I. Madero, electo democráticamente en 1911.
Huerta y otros hombres con vínculos al régimen de Porfirio Díaz, así como el embajador de Estados Unidos en México, Henry Lane Wilson, conspiraron una contrarrevolución para derrocar el gobierno. El objetivo declarado por Huerta era volver al sistema del Porfiriato.
El golpe de Estado se consumó con los magnicidios de Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez, tras los que Huerta disolvió la legislatura e instauró una dictadura militar.
Esto provocó la oposición de las fuerzas constitucionalistas encabezadas por Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Pancho Villa y Emiliano Zapata.
Huerta renunció a la presidencia el 15 de julio de 1914 forzado por la victoria de los revolucionarios. Tras huir de México viajó a Jamaica, al Reino Unido y España, llegando a Estados Unidos en abril de 1915, donde tiempo después las autoridades lo arrestaron en Newman, Nuevo México bajo el cargo de sedición.
Cómo fue la muerte de Victoriano Huerta
Huerta fue trasladado a Texas y detenido un tiempo en las instalaciones militares del Fort Bliss. Posteriormente estuvo bajo arresto domiciliario en la ciudad de El Paso para evitar que se fugara y regresara a México.
La muerte del general jalisciense ocurrió el jueves 13 de enero. Huerta tendría 66 años al morir, con base a la fecha de nacimiento del 22 de diciembre de 1950. Otros datos indican su año de nacimiento en 1850.
La salud del general se había deteriorado rápidamente. El 1 de enero de 1916 había sido operado de un problema de vesícula biliar. Uno de los médicos dijo que creía que Huerta probablemente sufría cáncer de vejiga.
La autopsia reveló que Huerta padecía de cirrosis hepática, aunque la muerte se debió a una hemorragia interna, según información de los diarios The New York Times y San Antonio Express en enero de 1916.
Periódico de El Paso informa sobre la muerte de Huerta
La edición del diario El Paso Herald del viernes 14 de enero de 1916 publicó detalles sobre las horas previas y posteriores al deceso del general Huerta.
El encabezado decía “El general Victoriano Huerta, dictador de México por un tiempo, cierra el libro de la vida”. La noticia resumía lo siguiente: “El anciano líder mexicano muere pacíficamente en su casa de El Paso, en una habitación donde su última mirada consciente estaba sobre su atribulado país natal; el cuerpo se guardará en una cripta en El Paso”.
Además, la noticia de la muerte de Victoriano Huerta destacaba los siguientes detalles:
• Murió pacíficamente en una casa de dos pisos ubicada en West Boulevard, en una habitación desde donde podía ver las montañas mexicanas.
• La bandera de México fue colocada sobre su lecho de muerte.
• Su esposa, Emilia Aguilar de Huerta, sostuvo su mano hasta el final, mientras que sus hijos, Jorge y Víctor y el resto de la familia rodeaban la cama.
• Estuvo en estado de coma, quedando gradualmente inconsciente el jueves. Un profundo gemido de aliento exhalado exactamente a las 8:37 de la noche del jueves 13 de enero marcó el momento de su muerte.
• Sus últimos sacramentos habían sido administrados por el padre jesuita Carlos Mayer.
• No se realizó ningún funeral. Su cuerpo fue trasladado al cementerio Concordia para ser depositado en una cripta temporal.
La última declaración hecha por Huerta
El último acto consciente de Victoriano Huerta fue el miércoles 12 de enero por la noche, cuando firmó con debilidad su última voluntad y testamento, mecanografiado y redactado por el prominente abogado y alcalde de El Paso, Thomas Calloway Lea, Jr.
Al firmar, Huerta pasó el brazo por encima del hombro del alcalde y le dijo suavemente: “Estoy profundamente agradecido con usted por todo lo que ha hecho por mí, señor alcalde”.
Después de haber firmado el testamento, el general Huerta volvió a susurrar: “Perdono a todos mis enemigos y estoy en paz con el mundo”. Esta fue su última declaración consciente.
La última voluntad designó a su esposa como albacea, heredando toda la propiedad del general en México, y dando a cada uno de sus hijos una cantidad nominal.
El cuerpo de Huerta es embalsamado
Según la crónica de El Paso Herald, después de la muerte del líder militar, una colcha se utilizó como mortaja para enrollar el cadáver.
El cuerpo fue bajado en alto por las escaleras por miembros del personal del general Huerta, y sacado de la casa en una camilla de mimbre a la carroza fúnebre.
El Dr. Olivia, médico personal del general Huerta en México, y ex diputado, conversó con el Dr. M P. Schuster, quien había sido el médico general desde que Huerta llegó a El Paso, referente a los planes para el examen post mortem y la causa inmediata de la muerte.
El alcalde Lea, el Dr. Olivia, el Dr. Schuster, Jorge Huerta y el mayor Fuentes, así como Barry Hagedon, de la agencia fúnebre MeBean, Simmons & Hartford Undertaking, decidieron embalsamar el cuerpo de inmediato.
Después de que el cuerpo fue embalsamado, su hijo Jorge insistió en que se preparara para que se conservara en buenas condiciones durante al menos cinco años.
El ataúd fue devuelto a la casa tras el proceso de embalsamado, y fue colocado en el centro de la estancia.
Varios ex comandantes de Huerta fueron apostados por el general Vito Alessio Robles para hacer guardias de honor.
Entre ellos estaban el General Ignacio Bravo, el Coronel José Posada Ortiz, el Mayor Rafael Rosas, el Teniente Coronel Ernesto Sánchez Fuentes, el Coronel Fernando Gil, los licenciados Fausto Miranda y Emilio Garmendia y el ingeniero J. D. Hernández.
Jorge Huerta, el hijo mayor del general, y el teniente coronel Luis Fuentes, yerno del difunto también hicieron una guardia de honor.
Posteriormente, el cuerpo embalsamado de Victoriano Huerta fue colocado en una cripta temporal en el Cementerio Concordia, donde estaba también el cuerpo del general revolucionario Pascual Orozco, asesinado en Texas cuatro meses antes.
En dónde está la tumba de Victoriano Huerta
El plan de la familia de Huerta era repatriar el cuerpo a México cuando fuera posible, pero esto nunca sucedió.
En 1932, sus restos fueron trasladados del panteón Concordia y enterrados en el Cementerio Evergreen Alameda, en El Paso, en donde se encuentran hasta el día de hoy.
Al huir de México, Huerta corrió el mismo destino que Porfirio Díaz, ya que ninguno regresó a México, y tras su muerte, los restos de ambos quedaron enterrados en el extranjero, los de Díaz en París, y los de Huerta en Estados Unidos.
ENLACE EXTERNO → Biografía de Victoriano Huerta
© 2022 - 2024, Eduardo Barraza. All rights reserved.
