El reto de jóvenes arqueólogos para hacer de la arqueología una carrera más viable

Arqueólogos colombianos llevan a cabo un procedimiento de recuperación en un proyecto de arqueología preventiva en Antioquia. Foto: Proyecto Hidroeléctrico Ituango | Creative Commons
Arqueólogos colombianos llevan a cabo un procedimiento de recuperación en un proyecto de arqueología preventiva en Antioquia. Foto: Proyecto Hidroeléctrico Ituango | Creative Commons

El conocimiento convencional sostiene que la arqueología no es una carrera viable y que los jóvenes pueden tener dificultades para ganarse la vida y encontrar un empleo satisfactorio.

Una anécdota que podemos citar al respecto es la de Eduardo Matos Moctezuma, el reconocido arqueólogo y profesor mexicano, quien recuerda que su familia le advirtió que se moriría de hambre si estudiaba arqueología. Matos Moctezuma sobrevivió y se convirtió en una de las figuras líderes de la arqueología mundial.

Es cierto que la arqueología puede ser una carrera desafiante y que muchas personas creen que no es una opción de carrera viable. Sin embargo, esta creencia no es del todo exacta. Hay muchas maneras en que los arqueólogos jóvenes pueden hacer que sus carreras sean viables, avanzar y multiplicar sus fuentes de ingresos dentro de su campo de estudio.

Un paso crucial que los arqueólogos jóvenes pueden tomar para obtener títulos avanzados y capacitación especializada en Sistemas de Información Geográfica (SIG), sensores remotos y análisis de datos.

Estas habilidades tienen una gran demanda en arqueología y pueden ayudar a los jóvenes arqueólogos a diferenciarse en un mercado laboral saturado.

Además, pueden considerar seguir una carrera en campos relacionados, como la gestión del patrimonio, la gestión de recursos culturales o la consultoría ambiental.

Otro paso crítico es construir una red sólida dentro de la comunidad arqueológica. Esto puede incluir asistir a conferencias y eventos, colaborar con otros investigadores y establecer relaciones con museos e instituciones culturales.

Asimismo, la creación de redes puede ayudar a los arqueólogos jóvenes a encontrar nuevas oportunidades de trabajo y a construir una reputación dentro del campo.

Los arqueólogos jóvenes también pueden considerar buscar oportunidades de subvenciones y otras fuentes de financiación para su investigación.

Muchas organizaciones e instituciones se ofrecen a financiar la investigación arqueológica, y obtener estas subvenciones puede brindarles a los arqueólogos jóvenes un valioso apoyo financiero para su trabajo.

Los arqueólogos jóvenes también pueden explorar fuentes alternativas de ingresos dentro de su campo de estudio, como la consultoría independiente o el trabajo como contratista para empresas arqueológicas.

Al construir un flujo de ingresos diverso, los arqueólogos jóvenes pueden garantizar una carrera profesional estable y sostenible.

En general, si bien es cierto que la arqueología puede ser una carrera desafiante, hay muchas maneras en que los arqueólogos jóvenes pueden hacer que sus carreras sean viables y satisfactorias.

Mediante la búsqueda de capacitación avanzada, la construcción de redes sólidas, la obtención de fondos y la exploración de fuentes alternativas de ingresos, los arqueólogos jóvenes pueden construir carreras exitosas y sostenibles dentro de su campo de estudio.

Una estudiante universitaria de arqueología documenta un artefacto encontrado en un sitio arqueológico. Foto: Trnava University | Unsplash
Una estudiante universitaria de arqueología documenta un artefacto encontrado en un sitio arqueológico. Foto: Trnava University | Unsplash

Qué pueden hacer los jóvenes arqueólogos para promover su trabajo

Es determinante que los arqueólogos jóvenes utilicen recursos multimedia, escritura y redes sociales para compartir sus experiencias en arqueología, dar a conocer su trabajo al público en general y ayudar a que la arqueología sea más predominante en la sociedad en general.

Esto puede ayudar a aumentar el interés público y el apoyo a la investigación arqueológica, así como ayudar a educar al público sobre la importancia de preservar el patrimonio cultural.

Aquí hay algunas formas prácticas en que los jóvenes arqueólogos pueden usar recursos multimedia, escritura y redes sociales para compartir su trabajo y experiencias:

Crear un blog o sitio web: los arqueólogos jóvenes pueden crear un blog o sitio web para compartir sus experiencias, hallazgos de investigación y conocimientos con el público. Esta puede ser una excelente manera de crear una audiencia y compartir información sobre la investigación arqueológica de una manera accesible y atractiva. Plataformas como WordPress y Wix ofrecen opciones gratuitas o de bajo costo para crear un sitio web.

Usar las redes sociales: las plataformas de redes sociales como Twitter, Instagram y Facebook pueden ser herramientas poderosas para compartir información sobre la investigación arqueológica con una amplia audiencia. Los arqueólogos jóvenes pueden usar estas plataformas para compartir fotos, videos y actualizaciones sobre su trabajo, así como para interactuar con otros investigadores y miembros del público interesados en la arqueología. Las redes sociales son una forma económica de llegar a una amplia audiencia, y herramientas como Hootsuite y Buffer pueden ayudar a los jóvenes arqueólogos a administrar sus cuentas de redes sociales de manera eficiente.

Producir videos y podcasts: los arqueólogos jóvenes también pueden usar recursos multimedia como videos y podcasts para compartir su trabajo y experiencias con el público. Las plataformas como YouTube y Vimeo ofrecen opciones gratuitas o de bajo costo para crear y compartir videos, mientras que las plataformas de alojamiento de podcasts como Anchor ofrecen opciones gratuitas para crear y distribuir podcasts. La creación de videos y podcasts atractivos e informativos puede ayudar a construir una audiencia y compartir información sobre la investigación arqueológica de una manera accesible y atractiva.

Trazar mapas y diseñar infografías: Usando aplicaciones gratuitas o de bajo costo, los profesionales de la arqueología pueden usar su creatividad trazando sus propios mapas sobre sitios arqueológicos en los que trabajan o quieren explorar. Las infografías son otro método fácil y atractivo para presentar información al público y despertar su interés sobre acervos culturales en sus comunidades.

En general, los arqueólogos jóvenes deben usar recursos multimedia, escritura y redes sociales para compartir su trabajo y experiencias con el público. La creación de un blog o sitio web, el uso de las redes sociales y la creación de videos y podcasts son formas prácticas y efectivas de llegar a una audiencia amplia y ayudar a que la arqueología sea más frecuente en la sociedad en general.

Innovación en la arqueología

Un desafío para los arqueólogos jóvenes es aportar maneras novedosas de hacer su trabajo. Para ello deben analizar y comparar las técnicas pasadas y actuales, identificar las ventajas y limitaciones de estas, y formular ideas cómo una herramienta, un método o técnica pudiera mejorarse o reemplazarse.

Hay muchos ejemplos contemporáneos de arqueólogos que se han hecho famosos en su campo por encontrar formas innovadoras de hacer su trabajo y cómo estas innovaciones han contribuido a la arqueología moderna. Aquí están algunos ejemplos:

Nawa Sugiyama: es una arqueóloga conocida por su uso de drones y modelado 3D para estudiar y preservar sitios antiguos de Mesoamérica. Ha trabajado extensamente en la Península de Yucatán, donde ha utilizado drones para mapear y estudiar la antigua ciudad maya de El Zotz. Su trabajo ha ayudado a revelar nueva información sobre el desarrollo de la civilización maya y ha contribuido a la preservación de sitios antiguos en la región. El uso de drones y modelado 3D de Sugiyama es un ejemplo de cómo se puede usar la tecnología para mejorar la investigación arqueológica y mejorar nuestra comprensión de las culturas antiguas.

Sarah Parcak: es una arqueóloga conocida por su trabajo pionero en el campo de la arqueología espacial. Utiliza imágenes satelitales y otras técnicas de detección remota para identificar y mapear ruinas y asentamientos antiguos. Su trabajo ha llevado al descubrimiento de muchos sitios arqueológicos nuevos y ha ayudado a arrojar luz sobre el desarrollo de civilizaciones antiguas.

Francisco Estrada-Belli: es un arqueólogo conocido por su uso de drones y LiDAR —siglas de Light Detection and Ranging (detección y medición de la luz)— para explorar y mapear la antigua ciudad maya de Holmul. Su trabajo ha revelado nueva información sobre el desarrollo de la civilización maya y ha ayudado a arrojar luz sobre la estructura política y social de la región.

Gabriel Prieto: trabaja en el Programa Arqueológico de Huanchacoque él diseñó que se enfoca en comprender los impactos del cambio climático en la pesca y los recursos marinos entre 1500 AC y 1650 DC en la costa norte del Perú. El programa busca conocer mejor a los pescadores artesanales en Huanchaco,  considerados la última comunidad marítima en esa costa cuya cultura tradicional data a civilizaciones prehispánicas. Tras descubrir en 2011 el sacrificio de camélidos jóvenes (llamas, alpacas, guanacos y vicuñas) más grande del mundo Huanchaquito (Las Llamas), National Geographic concedió a Prieto un subsidio en 2014 para proseguir las excavaciones y el análisis de las colecciones.

Albert Yu-Min Lin: es un explorador conocido por su uso de tecnología de punta, como drones y LiDAR, para mapear y explorar sitios antiguos. Su trabajo ha llevado al descubrimiento de muchos sitios arqueológicos nuevos y ha ayudado a revelar nueva información sobre el desarrollo de culturas antiguas.

Estos profesionales, y otros como ellos, han contribuido a la arqueología moderna mediante la introducción de nuevas tecnologías y metodologías que han permitido a los arqueólogos explorar y mapear sitios antiguos de manera más eficiente y precisa.

También han ayudado a expandir el alcance de la arqueología mediante el uso de estas técnicas para estudiar áreas que antes eran de difícil o imposible acceso.

Los arqueólogos jóvenes de América Latina pueden innovar esta disciplina académica en sus carreras explorando nuevas tecnologías y metodologías y encontrando nuevas formas de aplicarlas a la investigación arqueológica.

Por ejemplo, pueden explorar el uso de drones y otras técnicas de detección remota para mapear y explorar sitios antiguos en áreas remotas o inaccesibles. También pueden usar tecnologías de vanguardia como LiDAR y radares de penetración terrestre para estudiar estructuras y artefactos antiguos de nuevas maneras.

Al adoptar la innovación y la tecnología, los jóvenes arqueólogos de América Latina pueden contribuir al desarrollo de la arqueología moderna y ayudar a arrojar nueva luz sobre las culturas antiguas de su región.

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