(Phoenix, Arizona) –– Oculto quizás en algún lugar remoto o tal vez viajando en alguna transitada carretera o en una avioneta secreta, Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como el Chapo Guzmán, se mantiene a diez años de su famosa fuga como el hombre más elusivo y buscado a nivel mundial en el negocio del tráfico de drogas.
En 2001, Guzmán Loera se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, estado de Jalisco. En 1993 había sido arrestado en México bajo cargos de homicidio y tráfico de estupefacientes. Su confinamiento duró sólo unos años de los más de veinte a los que había sido sentenciado. Su enorme influencia y poder económico le abrieron las rejas de la prisión de nuevo hacia la clandestinidad.
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Tras su escape, el Chapo Guzmán rápidamente retomó el control de su poderosa organización criminal, se disipó de la luz pública, y dio paso a su constante persecución y a su creciente leyenda. Así, el péndulo de la carrera de Guzmán Loera ha oscilado de un extremo a otro, de ser reo del gobierno a fugitivo popular.
“Un traficante famoso, que todo el mundo comenta…” dice parte de la letra de un corrido que lleva su nombre, y en sitios como YouTube, usuarios anónimos como “learsi366” le dejan mensajes de admiración en los videos de sus canciones, como este: “Ese chapo es un verdadero cabrón, mis respetos chapo”.
La fama y la popularidad de el Chapo Guzmán no sólo hacen eco entre quienes lo admiran y ponderan, sino en sitios de Internet del gobierno como el de la Drug Enforcement Administration (DEA), la poderosa agencia antidroga de Estados Unidos.
El 20 de diciembre de 2004, el gobierno de Estados Unidos, a través de esa agencia, emitió un comunicado de prensa en el que anunció una recompensa de hasta 5 millones de dólares por la captura de Guzmán Loera, con la expectativa de que alguien delate su paradero o provea información que dé con su escondite y su captura.
La DEA informó que Guzmán Loera es buscado en el Distrito Sur del Estado de California por conspiración para importar cocaína, posesión de cocaína con intento de distribuirla, lavado de dinero y confiscación criminal. Por su parte, en marzo de 2009, el gobierno federal mexicano ofreció también una recompensa de 30 millones de pesos.
Es cuestionable si la oferta de millonarias recompensas logrará localizar y aprehender a el Chapo, pero en materia de millones de dólares, indudablemente su organización puede pagarle más a quienes lo protegen que las cantidades que se ofrecen por su captura.
En 2009, Forbes, la respetada revista financiera de Estados Unidos, colocó a Guzmán Loera en el número 701 de su reporte donde reúne a los individuos más ricos del mundo. Forbes designa a el Chapo Guzmán dentro de la industria de “envíos”, describe su fortuna de un billón de dólares como lograda “por sus propios esfuerzos”, y señala como fuente de su riqueza el “tráfico de drogas”. En la edición de marzo 28 de 2011, al narcotraficante aparece como el número 1,140.
Es oportuno recordar que en 1989, el entonces poderoso capo colombiano de la cocaína Pablo Escobar Gaviria, ocuparía el sitio número 7 en la misma revista Forbes. Escobar Gaviria, quien es considerado el más acaudalado y exitoso criminal de la historia, nunca fue capturado después de su propia fuga en 1992. En un desesperado y último intento por escapar fue abatido a tiros en diciembre de 1993 en la ciudad de Medellín. Otros afirman que se suicidó.
Aparte de ser uno de los hombres más acaudalados del mundo, Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, también es el hombre más buscado en México. El 5 de mayo de 2011, el periódico mexicano Milenio citó una declaración de Marisela Morales, procuradora general de México, en la que la funcionaria negaba que el gobierno estuviera protegiendo a el Chapo Guzmán, y afirmó que la captura del capo es una prioridad del gobierno federal.
El Chapo Guzmán y el insaciable negocio del tráfico de drogas
Mientras las autoridades de México y Estados Unidos tratan de cerrarle el paso y en su momento detener al por diez años inaprensible Joaquín Guzmán Loera, la sangrienta ofensiva contra el narcotráfico ha resultado en la captura o la muerte de otros poderosos capos de la droga.
El caso más reciente es el de José de Jesús Méndez Vargas, apodado el Chango, y presunto cofundador y uno de los cabecillas del cártel La Familia Michoacana, con base en el estado de Michoacán. El derrotado narcotraficante fue puesto en custodia de las autoridades el 22 de junio de 2011.
El arresto de Méndez Vargas ocurrió seis meses después de que Nazario Moreno, el Chayo, con quien compartía el liderato del cártel, fuera muerto a tiros por la policía federal mexicana el 9 de diciembre de 2010.
Las autoridades consideran que con la captura de Ee Chango y la muerte de el Chayo, la organización de la Familia Michoacana queda desarticulada.
A la lista de narcotraficantes capturados o muertos se suman los nombres de Edgar Valdez Villarreal, La Barbie; Arturo Beltrán Leyva, El Barbas; e Ignacio Nacho Coronel Villarreal, entre otros.
Aún está por verse si Guzmán podrá mantener la distancia entre su escondite y sus perseguidores, y así seguir al mando de su empresa internacional de narcotráfico. De ser capturado, es por seguro que el hombre más buscado de México no estará dispuesto a ir a prisión o incluso arriesgarse a ser extraditado a Estados Unidos. Tal vez tenga, de verse acorralado, un plan de salida, o quizás esté dispuesto a pelear hasta el fin como otros de los narcotraficantes mencionados.
Indistintamente, la industria del narcotráfico, cuyas raíces se encuentran en la enorme ley de la oferta y la demanda por enervantes como la cocaína, la heroína y la marihuana, seguirá siendo un negocio multimillonario mientras existan consumidores, lo cual virtualmente la categoriza como un negocio insaciable.
El tráfico de drogas continuará reclutando y atrayendo a individuos astutos, elusivos y dispuestos a todo para tomar las riendas de los poderosos cárteles, establecidos o emergentes. Ya sea para reemplazar a quienes murieron en el fragor de la última batalla o a quienes están tras las rejas, y sin importar que sus apodos sean el Chayo, el Chango o el Chapo.
Video relacionado: El Chapo Guzmán en Almoloya, 1993
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