La propagación del coronavirus
Los mejores cartones políticos de esta semana incluyen el tema del coronavirus. En materia de prevención, el uso de una máscara facial no es una garantía infalible de que quien la use no se enfermará, ya que los virus también pueden transmitirse a través de los ojos, pero las máscaras son efectivas para capturar gotitas, que es una ruta principal de transmisión del coronavirus. Entre los dos consejos que podrían ser cruciales para reducir la propagación del coronavirus se encuentran el mantener la distancia y no besarse. Los funcionarios de salud pública dicen que la propagación se debe principalmente a que las personas pasan tiempo en el interior con otras personas que tienen la enfermedad.
Donald Trump y el coronavirus
Durante varias semanas, primero en privado, y más recientemente en público, el presidente de Estados Unidos Donald Trump ha socavado los esfuerzos de su propio gobierno para combatir el brote de coronavirus, resistiendo los intentos de planificar el peor de los casos, anulando un plan de salud pública a pedido de aliados políticos y repitiendo solo las advertencias que ezel eligió escuchar. Si bien la semana pasada Trump permitió que los hospitales y laboratorios comenzaran a desarrollar sus propias pruebas del coronavirus, culpando erróneamente a las regulaciones de la administración del expresidente Barack Obama por un retraso, la misma medida podría haberse tomado hace semanas si el presidente y sus asesores lo hubieran considerado necesario, según funcionarios del gobierno. Muchos funcionarios actuales y anteriores de la administración Trump afirman que el verdadero fracaso de la gestión fue el mismo Trump.
Joe Biden y Bernie Sanders por la nominación demócrata
La contienda por la nominación del Partido Demócrata a la candidatura por la presidencia de Estados Unidos se ha reducido a dos aspirantes: el expresidente de EE.UU. y Joe Biden y el senador por el estado de Vermont Bernie Sanders. Tras los excelentes resultados en las urnas durante el Supermartes para Biden, tres contendientes decidieron renunciar a sus campañas políticas como aspirantes a la nominación. Los septuagenarios se preparan para enfrentarse solos en las urnas por primera vez desde que el número de aspirantes se redujo a dos candidatos finalistas. Ambos tienen una cita cara a cara en el debate presidencial a celebrarse en Phoenix, Arizona el 15 de marzo. Este es uno de los más ingeniosos cartones políticos de las noticias de esta semana.
Estados Unidos elegirá a su presidente más viejo
Antes de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en 2016, el presidente de mayor edad que había sido elegido fue Ronald Reagan, a los 69 años. Trump llegó a la Casa Blanca a los 70. De ser reelegido, Trump se convertiría en el presidente más longevo con 73 años. No obstante, los aspirantes demócratas a la nominación presidencial son incluso mayores que él. El vicepresidente de la era de Obama, Joe Biden, tiene actualmente 77 años, y puesto que su cumpleaños es el 20 de noviembre, de llegar a ser elegido, se convertiría en el presidente más longevo de la historia de Estados Unidos con 78 años. Y ni hablar de su rival, Bernie Sanders, quien tiene 78 años y cumplirá 79 en septiembre de este año. En todo caso, la reelección de cualquiera de los dos aspirantes a ser el rival de Trump, o la reelección de él mismo, significa que Estados Unidos elegirá este año a su presidente más viejo de toda su historia. Este es uno de los cartones políticos más divertidos pues muestra a los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos y a su rival, Trump, esgrimiendo bastones para enfrentarse en la contienda política.
Mike Bloomberg, pobre millonario
Otro de los excelentes cartones políticos de esta semana presenta el caso del multimillonario hombre de negocios y exalcalde de la ciudad de Nueva York, Mike Bloomberg, quien quedó fuera de la contienda electoral por la nominación del Partido Demócrata después de un desastroso debut (¡y despedida!) en las elecciones primarias del Supermartes, que no solo terminó de golpe con los sueños de poder de Bloomberg sino con los de Elizabeth Warren y Amy Klobuchar, dos aspirantes que también buscaban la nominación. La autofinanciación de su propia campaña, sin solicitar ni un centavo del electorado de Estados Unidos, lo convirtió de la noche a la mañana en un candidato formidable por el bombeo de millones de dólares en publicidad pagada en todo tipo de medios. Su maquinaria de dinero, no obstante, lo llevó a terminar su campaña de forma inmediata por su pobre desempeño en las urnas en 14 estados y un territorio de EE.UU. Su fallida campaña presidencial le costó a Mike Bloomberg más de $500 millones de dólares. Ahora ha dado su respaldo a Joe Biden, quien se perfila como el favorito a ganar la nominación como el candidato presidencial demócrata en la elección presidencial del 3 de noviembre.
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