(Phoenix, Arizona) — ¿Acaso son unos valientes o quizás unos locos? En definitiva, son atrevidos e insaciables. Díganme, ¿cómo se atreven estos compiladores a seleccionar los 600 discos esenciales en la historia de América Latina del siglo XX? Finalmente, acordaron incluir música desde 1920 hasta 2022.
Lo hicieron para celebrar la latinidad de 19 países más Brasil, y un Estados Unidos que, aunque en su mayoría no es hispanohablante, cuenta con un mercado potente en ciudades como Miami, Los Ángeles, San Antonio y Nueva York. Afuera quedaron España y Jamaica; la excepción de Jamaica se justifica pues ahí reina el inglés[1].
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Un recorrido variado por América Latina
Distribución de discos por país en la lista de los top ten:
Mil novecientas once canciones para un total de 411 horas. Para disfrutar esta colección se necesitarían unos 17 días y algo más, si escucháramos 24 horas diarias.
La salsa lleva la delantera con 31 álbumes, ya sea en su forma original, dura o fusionada con otros géneros. Hay seis del estadounidense de ascendencia puertorriqueña Willie Colón, 6 del puertorriqueño Héctor Lavoe y 4 del panameño Rubén Blades[2].
Nadie tan arrogante como para enjuiciar a los expertos que viven y sueñan la música, pero se pueden lanzar opiniones que contribuyan al debate que estos listados desencadenan.
Música chicana en el mapa
Respecto a la música chicana, resulta destacable que incluyan a los millones de latinos que vivimos en Estados Unidos, quienes, en número, superamos a casi todos los países de habla hispana, incluyendo a España; solo México y, si contamos a los indocumentados, Colombia y Argentina podrían superarnos. Nos representan 43 discos, 24 en colaboración con otro país, entre ellos muchos artistas binacionales como boricuas y nuyoricans.
Celebro que incluyan a voces e instrumentalistas chicanas y chicanos: Selena (18), Santana (52), Malo (293), Los Lobos (366), Richie Valens (426), Intocable (420), Lydia Mendoza (506) y Cypress Hill[3] (598), además de dos de Los Tigres del Norte (56 y 234). Lamento la ausencia de Flaco Jiménez, Lalo Guerrero, El Chicano, Tierra y Ozomatli.
Los imprescindibles y las ausencias
Agradezco a los creadores de esta lista, que también presentan artistas que no conocía y que gracias a ellos ahora voy a explorar. Por ejemplo, de Cuba hay 3 discos de La Lupe. Me parece demasiado, por muchas locuras que la Loca haya hecho en el escenario, mientras faltan Xiomara Alfaro, con su sublime interpretación de Siboney, que el compositor Lecuona elogió como la mejor versión, o grandes de la talla de Orquesta Aragón y Los Van Van.
No obstante, estos son solo mis caprichos y mi ignorancia. La música no es mi fuerte, mi terreno es la literatura, pero agradezco la oportunidad de descubrir a artistas que he pasado por alto.
Discos imprescindibles: los tres primeros de la lista
Aquí les comparto los primeros tres lugares para que se den una probadita:
1. Siembra (1978) – Willie Colón y Rubén Blades 🇺🇸🇵🇦
Este álbum de 7 canciones (43 minutos) incluye el himno trágico Pedro Navaja, que, como todo gran éxito, se escuchaba hasta el hartazgo; Plástico, un retrato de la sociedad de consumo, y María Lionza, una plegaria a una deidad venezolana.
2. Las últimas composiciones de Violeta Parra (1966) – Violeta Parra 🇨🇱
Acompañada por sus hijos Isabel (lira y percusión) y Ángel (lira), y su pareja, el uruguayo Alberto Zapicán, tejen un disco espectacular de 14 canciones en 40 minutos[4]. Incluye el himno Gracias a la vida, Volver a los 17 y la alegre Cueca de los poetas. Por ningún motivo se la vaya a perder.
3. Re (1994) – Café Tacvba 🇲🇽
Re, es un plato fuerte de la música popular, rock en español, Spanglish y folk, con 20 canciones que reflejan un banquete de ritmos y estilos. Destacan éxitos como La ingrata y Las flores. Sensacional.
ENLACE EXTERNO → https://www.600discoslatam.com
[1] Latinoamérica se entiende como la región conformada por países donde se hablan idiomas derivados del latín, específicamente el español, portugués y francés. Por lo tanto, llama la atención la exclusión de Haití, donde unos once millones de personas hablan criollo haitiano y francés, mientras que Estados Unidos sí fue incluido. También debió considerarse a Canadá, donde cerca de ocho millones hablan francés. Puerto Rico, un territorio no incorporado de Estados Unidos (al que el poeta cubano Nicolás Guillén llamó ‘colonia en sociedad’), tiene una fuerte presencia en la lista, pero quedan fuera la Guayana Francesa y varias islas antillanas, que suman más de un millón de personas y aún son territorios de ultramar de Francia.
[2] Durante la época dorada de la Fania salsera, las colaboraciones entre artistas eran muy frecuentes. En un mismo disco, alguien como Rubén Blades podía desempeñarse como primera voz, compositor o incluso como parte del coro, generalmente con arreglos de Willie Colón.
[3] Cypress tiene músicos de varias nacionalidades.
[4] En la lista de Rolling Stone Chile de los 50 mejores discos chilenos, compilada por músicos nacionales, seis de los primeros diez lugares están ocupados por solistas o grupos de Canto Nuevo. Esto refleja la calidad y la relevancia de este género musical, que, en general, suele ser ignorado en otras latitudes.
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