Claudia Sheinbaum, de ‘corcholata favorita’ de AMLO a presidenta electa de México para el sexenio 2024-30

El presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, son dos figuras políticas estrechamente vinculadas e inseparables en el actual escenario político. A lo largo de los años, López Obrador ha preparado a Sheinbaum para sucederlo en la presidencia, con el objetivo expreso de garantizar la continuidad de su proyecto de gobierno. Collage: Barriozona Magazine 2024
El presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, son dos figuras políticas estrechamente vinculadas e inseparables en el actual escenario político. A lo largo de los años, López Obrador ha preparado a Sheinbaum para sucederlo en la presidencia, con el objetivo expreso de garantizar la continuidad de su proyecto de gobierno. Collage: Barriozona Magazine 2024

(Phoenix, Arizona) — En un desenlace que pocos habrían cuestionado, Claudia Sheinbaum Pardo se ha consolidado como la presidenta electa de México para el periodo 2024-2030. Su ascenso, sin embargo, no ha sido fortuito. La trayectoria de Sheinbaum ha estado indisolublemente ligada al proyecto político de Andrés Manuel López Obrador, quien desde el principio dejó claro su favoritismo hacia ella, marcándola como su sucesora predilecta para continuar con la Cuarta Transformación.

Desde que asumió la jefatura de gobierno de la Ciudad de México en 2018, Claudia Sheinbaum se perfiló como una figura prominente dentro del movimiento de Morena. Su cercanía con López Obrador no es un secreto. Ambos comparten una historia de colaboración que se remonta a los tiempos en que López Obrador fue jefe de gobierno de la capital mexicana, cuando Sheinbaum se desempeñó como secretaria de Medio Ambiente.

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El favoritismo de López Obrador hacia Sheinbaum se evidenció en varias ocasiones, tanto en discursos públicos como en acciones concretas. En sus conferencias matutinas, el presidente frecuentemente la elogió por su gestión y por su lealtad al proyecto de la Cuarta Transformación. Asimismo, la inclusión de Sheinbaum en eventos clave y la reiterada mención de sus logros consolidaron la percepción de que ella era la elegida para sucederlo.

Un momento decisivo que ilustró este favoritismo fue cuando el presidente, en su calidad de líder moral de Morena, promovió cambios en los estatutos del partido para facilitar la designación de candidatos por medio de encuestas internas. Este mecanismo, aunque democrático en apariencia, favoreció a Sheinbaum, quien contaba con un reconocimiento significativo y un apoyo consolidado dentro del partido.

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La presidenta electa de México y la continuidad de la Cuarta Transformación

Sheinbaum ha reiterado su compromiso con la Cuarta Transformación, un proyecto político que busca una profunda reconfiguración del país hacia un modelo más justo y equitativo, siguiendo la agenda iniciada por López Obrador. Entre los pilares de este proyecto se encuentran la lucha contra la corrupción, la austeridad gubernamental, y la implementación de programas sociales de amplio alcance.

En su discurso de aceptación como presidenta electa, Sheinbaum subrayó la importancia de dar continuidad a las reformas emprendidas por su predecesor. Prometió fortalecer los programas de bienestar social, mejorar el sistema de salud pública, y seguir impulsando proyectos de infraestructura que beneficien a las regiones más marginadas del país.

Uno de los retos más grandes para Sheinbaum será mantener el equilibrio entre la fidelidad a la visión de López Obrador y la necesidad de imprimir su propio sello en la presidencia. Su gestión en la Ciudad de México, marcada por iniciativas en temas de movilidad, medio ambiente y derechos humanos, ofrece un indicio de las políticas que podría priorizar a nivel nacional.

Desafíos y expectativas para Claudia Sheinbaum

El mandato de Sheinbaum no estará exento de desafíos. La polarización política, la inseguridad y la situación económica del país serán pruebas cruciales para su liderazgo. Además, tendrá que enfrentarse a una oposición que, aunque debilitada, buscará capitalizar cualquier error de su administración.

No obstante, el respaldo popular con el que cuenta, cimentado por su gestión en la capital y su cercanía con López Obrador, le otorga una ventaja considerable. Si logra traducir el apoyo en resultados tangibles, su presidencia podría consolidar la Cuarta Transformación como un cambio duradero en la política mexicana.

En conclusión, Claudia Sheinbaum no solo es la primera mujer electa como presidenta de México, sino también la heredera política de un proyecto ambicioso. Su ascenso es el resultado de una combinación de mérito propio y el indiscutible respaldo del presidente López Obrador. A partir del 1 de octubre de 2024, la responsabilidad de guiar al país recaerá sobre ella, con la expectativa de que continúe la senda de transformación iniciada por su mentor político.

Nota del autor: En la política mexicana, el término “corcholata” se utiliza de manera coloquial y a veces despectiva para referirse a los precandidatos favorecidos por líderes partidarios, especialmente en el contexto presidencial. Este término implica que estos candidatos han sido “destapados” o seleccionados por figuras influyentes dentro del partido, de manera similar a cómo se destapa una botella al remover la corcholata. Sugiere que la selección no es completamente democrática, sino que se realiza mediante un proceso conocido como “dedazo”. En otras partes de Latinoamérica, palabras como chapa, tapón, tapita y taponcito se usan para referirse a la “corcholata”, esto es, la tapa de una botella.

© 2024, Eduardo Barraza. All rights reserved.

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