(Estados Unidos) — En un mundo complicado, la polarización se erige como un fenómeno omnipresente. El año 2023, ha dejado heridas abiertas en una sociedad dividida.
Este término, que ha experimentado una evolución significativa en su significado, ha sido seleccionado como la palabra del año por la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE).
La polarización, según la definición académica registrada hace 140 años, ahora se despliega en diversos escenarios, desde la política hasta la esfera digital. En estas situaciones, las opiniones e ideologías se dividen de manera definida y distante, a menudo cargadas con elementos de crispación y confrontación.
Ejemplos de este fenómeno han permeado los titulares, reflejando la división en la sociedad y la política. En Estados Unidos, el debate sobre la libertad reproductiva y el derecho al aborto alcanzó un punto álgido tras la revocación del fallo Roe vs. Wade por la Corte Suprema.
Esta decisión atizó la profunda división entre aquellos que defienden un derecho al aborto sin restricciones y aquellos que abogan por mayores limitaciones e incluso su prohibición total. Manifestaciones, campañas electorales y un profundo discurso social han marcado este escenario polarizado.
En México, las próximas elecciones presidenciales de 2024 se perfilan como otro escenario donde la polarización jugará un papel central. Con visiones contrastantes sobre temas como la economía, la inseguridad y el papel del Estado, los diferentes candidatos y coaliciones políticas ya han comenzado a movilizar a sus bases y generar un ambiente crispado de debate. Se teme que esta división pueda dificultar el consenso y la gobernabilidad una vez se conozcan los resultados.
La elección de la FundéuRAE destaca la importancia creciente de este término, no sólo en el ámbito lingüístico sino también en la sociedad contemporánea. En su undécima edición de la palabra del año, la Fundación consideró otras once palabras candidatas, entre las que se encontraban ecosilencio, fentanilo, y ultrafalso.
Este reconocimiento refleja la evolución de la lengua española y su capacidad para adaptarse a los cambios sociales. Polarización, que inicialmente se vinculaba a la física, ha trascendido sus límites originales, extendiéndose a diversos ámbitos, desde la economía hasta la política y la sociedad en general.
Al proyectar la mirada hacia el futuro, es inevitable considerar el papel que la polarización jugará en las elecciones de 2024 tanto en México como en Estados Unidos. Este fenómeno, que ha definido el discurso público en 2023, se espera que continúe influyendo en la toma de decisiones políticas y en la configuración de la agenda pública.
En conclusión, la polarización se erige como el reflejo de una sociedad dividida, cuyas grietas se hacen más evidentes con el tiempo. Mientras la lengua evoluciona para captar estas realidades cambiantes, el desafío reside en abordar las raíces de esta polarización y encontrar puntos de encuentro que reparen la fracturada cohesión social.
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