(Ciudad de México) — El continuo trabajo de los arqueólogos mexicanos en las entrañas de la antigua Tenochtitlan sigue sacando a la luz impresionantes hallazgos de la cultura mexica, como los remanentes de una esquina de la cancha que se utilizaba para el juego de pelota.
Así los dieron a conocer arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El hallazgo se ubicó en las ruinas del principal Templo de Ehécatl.
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En la religión mexica, Ehécatl era la deidad del viento.
Las ruinas arqueológicas se ubican detrás de la Catedral Metropolitana, contiguas a las del Templo Mayor, cerca del Zócalo.
Estos hallazgos arqueológicos son los más recientes eslabones de una cadena de descubrimientos que se desató con el descubrimiento en febrero de 1978 del monolito de Coyolxauhqui.
El hallazgo de la piedra de la deidad azteca de la luna dio lugar a su vez a la excavación masiva de las ruinas del Templo Mayor.
Otro descubrimiento importante fue el del monolito Tlaltecuhtli en 2006.
Los más recientes descubrimientos se llevaron a cabo bajo el Programa de Arqueología Urbana (PAU), que se especializa en la recuperación de los vestigios del Recinto Ceremonial de México-Tenochtitlan.
Las ruinas de dicho centro se extienden por siete cuadras en el subsuelo del Centro Histórico.
El juego de pelota, ritual precolombino en Mesoamérica
Los trabajos realizados por arqueólogos de este programa lograron la identificación de las ruinas del templo, que consisten en una estructura rectangular de 34 a 36 metros de longitud.
La estructura tiene adosados dos cuerpos circulares en su parte posterior, el mayor con 18 metros de diámetro aproximadamente. Ambos están separados por un andador de 1.10 metros.
A esto se suma el hallazgo de una plataforma de nueve metros de ancho, limitada por el cabezal poniente de la cancha del juego de pelota, según información del INAH.
El juego de pelota fue un deporte con asociaciones rituales que se estima se practicó desde 1400 por los pueblos precolombinos de la antigua Mesoamérica. Para los aztecas este juego de pelota también tenía un significado religioso.
Las excavaciones también revelaron varios grupos de cervicales humanas que aún conservaban su posición anatómica. Los restos óseos correspondían a una treintena de individuos de diversas edades.
Los expertos deducen con base a la evidencia de las tres etapas constructivas que se han ubicado hasta ahora, que los mexicas utilizaron ambos edificios por lo menos desde 1481 hasta 1519, año del arribo a Tenochtitlan de los conquistadores españoles.
Ese periodo de aproximadamente cuatro décadas comprende los gobiernos de los tlatoanis mexicas Tízoc, Ahuízotl y Moctezuma Xocoyotzin.
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