(Chandler, Arizona) – Bajo un intenso sol del desierto, el Centro de Eventos Rawhide se convirtió en un punto de encuentro para más de siete mil arizonenses que se congregaron en apoyo a la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris, cuya imagen de “no favorita” resonó profundamente en la multitud.
En su más reciente mitin de campaña, Harris lanzó un llamado urgente a la acción, instando a los votantes de Arizona a transformar el estatus de “campo de batalla” del estado en un “muro azul”—el color asociado con el Partido Demócrata—por segundo año consecutivo. Su regreso a Arizona, marcando su segunda visita en apenas dos semanas, subraya la importancia estratégica que el estado tiene para su campaña.
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Coincidiendo con el inicio de la votación anticipada en Arizona, el mitin destacó la relevancia de cada voto en esta reñida contienda. Con sus 11 votos electorales en juego, Arizona ha emergido como un punto focal en el mapa electoral nacional, mientras encuestas recientes revelan un empate estadístico entre Harris y su oponente republicano, el expresidente Donald Trump. Harris definió esta contienda por la presidencia de Estados Unidos como crucial para los votantes arizonenses.
Los asistentes al evento enfrentaron un calor abrasador de 40°C, formando largas filas bajo el sol implacable. Dentro del recinto, se ventilaban con carteles de la campaña de Harris, siguiendo el ritmo de la música mientras el ambiente se tornaba cada vez más caldeado. A pesar de las condiciones adversas, la determinación de la multitud se mantuvo firme, incluso cuando al menos dos asistentes fueron atendidos por agotamiento por calor.
La resiliencia que se exhibió resonó con las palabras de Harris durante su discurso: “Esta será una carrera muy ajustada hasta el final”, afirmó. “Aquí en Arizona somos los no favoritos, y tenemos trabajo por delante, pero el trabajo arduo nunca nos ha detenido”.
A diferencia del mitin de Harris en Glendale en agosto, que atrajo a casi el doble de asistentes, el evento en Chandler fue más compacto, pero igualmente lleno de energía. Entre los oradores se encontraban líderes destacados de Arizona, como el gobernador Stephen Roe Lewis de la comunidad indígena Gila River, la alcaldesa de Tucson, Regina Romero, y la alcaldesa de Phoenix, Kate Gallego, cada uno aportando peso al mensaje de la noche.
Sin embargo, fue la llegada de Harris la que hizo que la multitud se pusiera de pie. La energía era palpable al responder su llamado a la acción con olas de gritos y aplausos.
Aprovechando este momento, Harris centró su discurso en la influencia de Arizona en las elecciones de 2024, enfatizando el papel crítico de la votación anticipada y el peso de cada voz individual.
Con encuestas que muestran una contienda muy reñida, destacó la importancia de los resultados, haciendo referencia a un reciente fallo de la Corte Suprema que otorga inmunidad a expresidentes y advirtiendo sobre los riesgos que esto implica para las normas democráticas. Sus palabras subrayaron su visión más amplia y reforzaron su compromiso con los temas que preocupan a los votantes arizonenses.
A finales de septiembre, la campaña de la candidata demócrata Kamala Harris la llevó a la frontera entre EE. UU. y México, poniendo de relieve su enfoque en la seguridad nacional y la política migratoria. Sus repetidas visitas a Arizona subrayan el papel clave del estado, y la perseverancia de sus seguidores bajo condiciones adversas demuestra su compromiso compartido con su causa.
El mitin concluyó en lo que solo puede describirse como “Kama-love”: una atmósfera emotiva que reflejaba un profundo entusiasmo. A medida que la multitud se dispersaba lentamente, visiblemente cansada por la jornada, permaneció una sensación de resolución movilizada, encarnando los esfuerzos de base que buscan definir el papel de Arizona en las próximas elecciones.
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