Mario Vargas Llosa, el eminente escritor peruano y premio Nobel de Literatura, no es ajeno a la controversia ni a las declaraciones audaces. Sus recientes comentarios en su artículo titulado Regreso al paraíso, publicado en El País, pueden haber sorprendido, particularmente sus afirmaciones sobre los atributos de la novela.
Si bien algunas personas pueden encontrar algunas de sus declaraciones desconcertantes, es importante recordar que Vargas Llosa, con sus décadas de experiencia literaria, ha pasado su vida inmerso en el mundo de las novelas y la narrativa. Por tanto, sus declaraciones no son simples opiniones, sino afirmaciones con peso que se deben analizar.
Mario Vargas Llosa ha dado vida a un gran número de destacadas novelas como La ciudad y los perros, La casa verde, Conversación en la catedral, La guerra del fin del mundo y La fiesta del Chivo. Este otoño saldrá a la luz la más reciente novela del octogenario escritor, Le dedico mi silencio (Alfaguara), en la que se centra en “un amor” que le ha acompañado toda su vida: la música criolla y el vals peruano.
En su artículo, el escritor habla de lo que describe como una paradisiaca experiencia junto con su exesposa Patricia en el evento musical más importante de Austria, el Festival de Salzburgo. No obstante, el también miembro de la Academia Francesa, derrocha halagos para el género literario que lo llevó a la fama mundial: la novela.
La novela como catalizador de la democracia. La primera afirmación de Vargas Llosa de que una nación con una cultura de lectura próspera posee una “democracia más afirmada” podría parecer inicialmente descabellada. Sin embargo, cuando se analiza, revela una verdad más profunda sobre el poder de la novela. La literatura, incluidas las novelas, puede servir como espejo que refleja los valores, desafíos y aspiraciones de una sociedad. Es probable que una población culta esté más informada, sea más empática y esté más abierta a diversas perspectivas, todas las cuales son vitales para una democracia sólida.
La novela como vehículo de evolución. Su segunda afirmación, que los humanos han evolucionado gracias a las novelas, puede parecer hiperbólica a primera vista. No obstante, subraya el papel de la narración de historias en el desarrollo humano. Las narrativas han sido herramientas esenciales para transmitir conocimientos, cultura y experiencias entre generaciones. Las novelas, con su capacidad de sumergir a los lectores en diferentes mundos y perspectivas, sin duda han contribuido a ampliar nuestra comprensión colectiva de la condición humana.
La novela como fuente de inspiración y resiliencia. La siguiente afirmación de Vargas Llosa, de que las novelas son una fuente de inspiración en tiempos de crisis, es un testimonio del poder terapéutico de la literatura. Durante los períodos difíciles, la gente suele recurrir a los libros en busca de consuelo y orientación. Las novelas no sólo proporcionan un escape de la realidad, sino también información valiosa sobre la psique humana, ofreciendo consuelo y perspectiva cuando más se necesitan. En un mundo donde abundan las soluciones y remedios rápidos, los libros sirven como una fuente constante de consuelo y reflexión.
La novela como motor de progreso. La afirmación de Mario Vargas Llosa de que leer novelas no es una pérdida de tiempo podría ser la más polémica de todas. En una era donde la productividad y la eficiencia son muy apreciadas, dedicar horas a leer ficción puede parecer una frivolidad. Sin embargo, Vargas Llosa nos recuerda que las novelas alimentan nuestra imaginación así como nuestros sueños. La capacidad humana de imaginar un futuro mejor y luchar por el progreso a menudo comienza con las historias que consumimos. Las novelas, con su capacidad para encender nuestra creatividad y curiosidad, han desempeñado un papel integral en el avance de la sociedad.
Los atributos de la novela y el poder perdurable de la literatura
En el Festival Salzburgo, Vargas Llosa afirma haber encontrado consuelo tanto en la música como en las novelas. Destaca cómo estas formas de arte aparentemente dispares comparten un hilo común: nos transportan a reinos de fantasía y asombro. La música, al igual que la literatura, es un reino de la imaginación y ambas tienen el poder de elevar el espíritu humano. Esta intersección de música y literatura subraya la idea de que los atributos de la novela se extienden más allá de la palabra escrita.
Así, si bien las afirmaciones de Mario Vargas Llosa sobre los atributos de la novela pueden parecer inicialmente desconcertantes, sin duda ofrecen valiosas ideas sobre el poder perdurable de la literatura. Las novelas no son meras diversiones; son ventanas a la experiencia humana, catalizadores del progreso y fuentes de consuelo e inspiración.
Mientras navegamos por un mundo en constante cambio, haríamos bien en prestar atención al recordatorio de Mario Vargas Llosa de que las novelas no son una actividad frívola sino una parte vital de nuestra herencia cultural e intelectual. Al abrazar los atributos de la novela, abrazamos el potencial ilimitado de la imaginación humana.
🤔 ¿Piensas que las afirmaciones de Mario Vargas Llosa sobre los atributos de la novela exageran la influencia de este género de la literatura en la sociedad? Déjanos un comentario. 💬
Anne-Sophie Mutter (of course) closed the @SbgFestival with Andris Nelsons’ wonderful @BostonSymphony last night. pic.twitter.com/P3NXNt56gd
— Álvaro Vargas Llosa (@AlvaroVargasLl) September 1, 2023
ENLACE EXTERNO → Lee el artículo Regreso al paraíso de Mario Vargas Llosa
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