Esta entrevista con el artista chicano Zarco Guerrero se realizó en marzo de 2006 en su estudio de arte en Mesa, Arizona. La entrevista excluye las preguntas hechas a Guerrero. Sus respuestas están redactadas en forma continua.
“Hago arte como una manera de promover un cambio social. Me inicié dentro del Movimiento Chicano, el cual nos dio un tema y un lema: ‘la cultura cura’. Los artistas nos dimos cuenta que se podía curar a la comunidad con el arte. Fui un chicano típico; nací y crecí en Arizona. Nunca aprendí nada de mi cultura ni me veía retratado en los medios. Mis padres y abuelos me inculcaron una herencia indígena, y a tener orgullo en mis antepasados. Mi papá hacía rótulos y era retratista en la ciudad de Mesa, Arizona, en donde vivíamos. Él nació en Florence y mi mamá en Phoenix. Fui criado viendo a mi papá que siempre hacía algo creativo. Mi mamá era confeccionista de vestidos. Desde mi infancia yo creaba; ella decía que yo era artista. Nunca pensé de otra manera; ahora mis hijos llevan el arte en ellos. Las primeras máscaras que vi fue en Guadalupe, Arizona, en donde se manifiesta la herencia Yaqui. Mi papá me llevaba a las ceremonias indígenas.
“En 1972 fui a Cuernavaca en el estado de Morelos, México, a visitar al maestro Francisco Zúñiga y a estudiar el muralismo. Acudí a la Fundación Águila de Bronce en la Ciudad de México y aprendí a hacer armazones, vaciado en cera y en bronce. Conocí a los mejores artistas, incluyendo a David Alfaro Siqueiros, y llegué a ir a su taller. Me influenció muchísimo el arte de México. Vi los murales y las pinturas en México, redescubrí mis raíces. También me inspiró mucho el arte precolombino. Conocí a ‘Los Mascarones‘, el grupo mexicano de teatro.
La máscara en la sociedad
“Aunque la máscara fue uno de los instrumentos más importantes de las culturas antiguas, los artistas no estábamos utilizando su poder para promover la cultura. Yo pude ver que en México y en el sur todos los artistas querían ser muralistas o poetas, pero se habían olvidado de la máscara. Por puro destino caí en el mundo de las máscaras. En Tepoztlán, Morelos, conocí a los mascareros y estuve fascinado con la tradición de la máscara en México. Sólo los indígenas estaban haciendo máscaras. Aunque yo no tenía recursos, los indios del estado de Guerrero me animaron a hacer máscaras. El mexicano, el indio, ha contribuido con ella a la humanidad. Yo quise seguir con esa tradición milenaria.
“La máscara expresa el sentimiento humano en la cultura. Personalmente, uso la máscara para hablar de temas sociales en las escuelas. Las reacciones de la gente son muy fuertes; tienen miedo de la máscara, aunque sea agradable, les causa miedo. A otros les fascina, les encanta, porque es la expresión humana. Mi plan es ofrecer un servicio cultural aquí en la ciudad de Mesa. Mi trabajo artístico ha sido un servicio social, por eso la gente ha aceptado lo que hago. Yo siempre he querido que el pueblo se vea reflejado en mi labor artística. Me considero logrado, pues me he podido ganar la vida como pintor, escultor, músico y educador. Mi arte se interesa en la problemática del barrio, los sueños de la gente.
El arte y la cultura como instrumento de cambio social
“Como artista que usa el arte para promover el cambio social, en la actualidad me preocupa la situación de los recién llegados, de los indígenas, de los jóvenes. Me interesa cambiar a la sociedad con la no-violencia, que la gente tenga dignidad, y que se haga justicia para todos. Yo veo dos caras: una que acepta los cambios y otra que no. Como mascarero mexicano veo la dualidad, buena y mala. Existe discriminación; yo lo veo. No me afecta personalmente pues por el arte pude sobresalir a través de todo lo que es negativo.
“Después de 30 años, el trabajo Chicano está siendo reconocido por los museos; las puertas están abiertas. El arte es el espejo de la comunidad, de lo que tenemos como pueblo, de todo lo que tenemos para contribuir en la sociedad. Siempre estoy conociendo artistas nuevos, estoy emocionado que mi hijo Quetzal sea parte de ellos, es muy buena onda, y me encanta. Los nuevos artistas son como semillas brotando. Nosotros tuvimos a César Chávez, quien fue mayor que la vida; él nos dio inspiración. Me encanta que los jóvenes vean eso en nosotros, que pavimentamos el camino. Ellos vienen con mucha fuerza.
“Hay mucho trabajo por delante. Las fuerzas de los medios de comunicación están en contra, la televisión promueve la violencia, la discriminación en contra gente de color, la delincuencia. Hay más discriminación en contra los dueños naturales de la tierra, nosotros tenemos el derecho de vivir en esta tierra, aquí están enterrados nuestros muertos debajo de nuestros pies. Nuestra causa es una lucha continua. Las tradiciones nos enseñan a vivir y a morir como los nativos. Mantener la naturaleza al final de todo es lo que cuenta. Me gustaría que la gente indígena tuviera otra vez su dignidad y su orgullo en la sociedad moderna y que podamos todos tener la visión esa idea del valor que tienen los pueblos indígenas”.
Zarco Guerrero es pintor, muralista, escultor, creador de máscaras, músico y actor de Arizona. A través de la cultura y las artes, Guerrero busca promover y crear un cambio social positivo. El artista ha exhibido sus esculturas y máscaras en México, Brasil, Japón y en todo Estados Unidos. Es el fundador de Xicanindio Artes, ahora Xico, Inc., y la Coalición Cultural en Phoenix, Arizona. Su trabajo ha sido instrumental en el desarrollo de las artes chicanas en todo el estado. Zarco es el artista en residencia en ChildsplayAZ, y el creador del Festival El Puente financiado por la Fundación Doris Duke. Actualmente es Master Fellow de Southwest Folklife Alliance en Tucson, Arizona.
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