En América del Sur, la extracción de recursos naturales como la perforación y la minería tiene graves consecuencias ambientales y amenaza la supervivencia de la selva tropical más grande del planeta y de sus habitantes. Es por eso que los activistas ambientales de base, como la brasileña Alessandra Korap Munduruku, juegan un papel crucial en la protección del medio ambiente.
La Fundación Ambiental Goldman otorgó a Alessandra el Premio Ambiental Goldman 2023 por organizar esfuerzos comunitarios para detener el desarrollo minero de la compañía minera británica Anglo American en la selva amazónica de Brasil.
Gracias a sus acciones, la empresa retiró 27 solicitudes de investigación aprobadas para minar dentro de territorios indígenas, incluido el Territorio Indígena Sawré Muybu, que contiene más de 400 mil acres (161 mil 874 hectáreas) de selva tropical. Esta decisión protege a la Amazonía, la selva tropical más grande del mundo y un sumidero de carbono de importancia mundial de una mayor minería y deforestación.
La deforestación en la Amazonía brasileña se está convirtiendo en un problema grave. De 2018 a 2021, las tasas de deforestación vinculadas a la minería en la Amazonía aumentaron un 62 por ciento.
En 2019, la administración del expresidente Jair Bolsonaro comenzó a tomar medidas sin precedentes para disminuir el cumplimiento de las protecciones ambientales y fomentar la explotación de los recursos naturales en la Amazonía.
Una pieza de legislación propuesta, el Proyecto de Ley 191, buscaba facilitar la expansión de la minería en la Amazonía más rápidamente, sin el derecho al consentimiento libre, previo e informado de las comunidades locales. Sin embargo, activistas como Alessandra Korap Munduruku luchan contra esta explotación.
Alessandra, miembro del grupo indígena Munduruku de Sawré Muybu, es presidenta de la Asociación Indígena Pariri, que apoya a las comunidades de la región del río Tapajós. Ella trabajó anteriormente como maestra y, durante la última década, se involucró en la lucha contra la deforestación, el desarrollo hidroeléctrico y la contaminación del río Tapajós.
Fue la primera mujer coordinadora de la Asociación Indígena Pariri, que inicialmente enfrentó resistencia cuando una mujer se involucró en el movimiento para proteger el territorio.
En 2018, Alessandra decidió estudiar derecho para representar y proteger mejor a las comunidades munduruku y la selva amazónica de una mayor extracción ilegal por parte de intereses de minería, tala y perforación, y otras amenazas a sus territorios.
Alessandra Korap Munduruku y sus acciones sobre riesgos del desarrollo minero en Brasil
El liderazgo y los esfuerzos de Alessandra no pasaron desapercibidos. Al enterarse de las aplicaciones mineras de Anglo American, inmediatamente dio la voz de alarma en las reuniones comunitarias, describió los riesgos del desarrollo minero y explicó la doctrina del consentimiento libre, previo e informado.
Consultando extensamente con ancianos, jefes tradicionales y curanderos para obtener orientación, Alessandra desarrolló una estrategia de campaña y lideró los esfuerzos de recaudación de fondos.
Los munduruku continuaron realizando patrullajes por el territorio y midiendo los niveles de deforestación. Esto incluyó la demarcación anual de los límites del bosque Sawré Muybu. Estos esfuerzos a menudo implicaban extenuantes expediciones a selvas tropicales remotas.
En una asamblea de diciembre de 2020, 45 jefes y 200 participantes redactaron y publicaron una declaración oficial contra una mayor actividad minera y la deforestación de la Amazonía. Alessandra colaboró con la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil para emprender acciones legales contra Anglo American y, como resultado, la empresa retiró sus solicitudes.
Alessandra se ha convertido en una inspiración para las mujeres indígenas que quieren participar en la lucha por la preservación de la selva amazónica.
La minería y la deforestación amenazan los territorios indígenas, pero las comunidades indígenas no siempre tienen voz en las decisiones que les afectan. Los esfuerzos de Alessandra para proteger a su comunidad y la selva amazónica demuestran que el activismo comunitario puede conducir a una protección ambiental significativa.
Las acciones de Alessandra Korap Munduruku para proteger la selva amazónica son parte de un problema global que requiere soluciones tanto globales como locales.
La Amazonía no es solo un problema para Brasil sino para el mundo, ya que es un sumidero de carbono de importancia mundial. Por tanto, la conservación de la selva amazónica es fundamental para el mantenimiento de nuestro planeta.
ENLACE EXTERNO → Visita la página de la Fundación Goldman sobre Alessandra Korap Munduruku (en inglés)
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