Aldea teotihuacana descubierta cerca de Tlatelolco en la Ciudad de México

Sorprendentes figurillas fueron encontradas en el sitio arqueológico de una aldea teotihuacana en las cercanías de Tlatelolco, en la Ciudad de México, incluida una de la cultura teotihuacana (izquierda) y una de la cultura mexica de un infante sentado en silla. Fotos: Juan Carlos Campos Varela | INAH
Sorprendentes figurillas fueron encontradas en el sitio arqueológico de una aldea teotihuacana en las cercanías de Tlatelolco, en la Ciudad de México, incluida una de la cultura teotihuacana (izquierda) y una de la cultura mexica de un infante sentado en silla. Fotos: Juan Carlos Campos Varela | INAH

(México) — La Ciudad de México, un centro de notables descubrimientos arqueológicos, una vez más ha asombrado al mundo arqueológico y al público con su último hallazgo: una antigua aldea teotihuacana descubierta en las cercanías de Tlatelolco.

El hallazgo fue realizado entre marzo y junio de 2023 por un equipo de investigadores de la Dirección de Salvamento Arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), bajo la supervisión de la Secretaría de Cultura de México.

Los restos del asentamiento fueron identificados a través del desenterramiento de varios elementos constructivos, como canales, pisos, alineaciones de piedras, huecos para postes, un pozo artesiano y nivelaciones bien trabajadas, intercaladas con gruesas concentraciones de cerámica.

La excavación también reveló tres entierros humanos, compuestos por un subadulto y dos adultos, junto con una serie de cajetes pulidos con características teotihuacanas.

Con base en la evidencia de cerámica recuperada, se cree que el pueblo se remonta a aproximadamente 450-650 dC, dentro del período Clásico, específicamente las fases Xolalpan Tardío-Metepec.

Los arqueólogos Juan Carlos Campos Varela y Mara Abigail Becerra Amezcua, quienes lideran la investigación con el apoyo de un hábil equipo de técnicos, afirman que “con estos nuevos hallazgos se establece y confirma firmemente la existencia de un poblado teotihuacano en la zona de Tlatelolco”. .”

Ya en 1960 y 1964, el arqueólogo Francisco González Rul había reportado previamente la posible presencia de un tlatel, o asentamiento, anterior a la fundación de Tlatelolco, situado en un islote natural que una vez ocupó una parte sustancial de los barrios tlatelolcas en Iztatla y Tolquechiuca.

Estas áreas ahora corresponden a las calles Privada Marte, Marte, Héroes (este), Estrella (sur) y Eje 1 Norte Guerrero (oeste), todas dentro de la Unidad Nonoalco-Tlatelolco.

La investigación anterior de González Rul, centrada principalmente en la cerámica de Teotihuacan, sugirió que esta podría haber sido una comunidad de pescadores y recolectores que dependían de su autosuficiencia y utilizaban los recursos del lago de Texcoco durante el período Clásico.

La imagen muestra un entierro hallado en la aldea teotihuacana de quien se cree fue una persona adulta de origen teotihuacano adulto. Foto Marisol Bautista Roquez | INAH

Sin embargo, los descubrimientos recientes presentan un panorama más complejo. La nueva evidencia sugiere que la economía de este pueblo no se basaba simplemente en la subsistencia y la recolección; probablemente involucró una producción mixta con excedentes de recursos lacustres, posiblemente centrada en la caza y la producción artesanal especializada de cerámica y lítica.

Numerosos fragmentos de figurillas modeladas sólidas y articuladas, junto con objetos hechos de piedra verde, concha, ofrendas funerarias y varias puntas de proyectil de obsidiana y pedernal, apoyan esta idea.

Si bien pudo haber estado situado en un contexto rural, el pueblo probablemente mantuvo conexiones e interdependencia con otros centros de Teotihuacan a lo largo de las orillas occidentales del lago de Texcoco, específicamente Azcapotzalco y Tenayuca.

La aldea teotihuacana estaba confinada a un área de 400 metros cuadrados y estaba ubicada dentro de la zona de protección patrimonial San Rafael-Juárez-Guerrero. Mediante el uso de excavaciones de sondeo y excavaciones extensas, el equipo identificó no sólo la ocupación teotihuacana sino también una ocupación azteca asociada con el barrio Tolquechiuca Tlatelolcan.

La presencia azteca abarcó desde el período Posclásico Tardío (1338-1521) hasta el período Colonial Temprano (1521-1620). Los arqueólogos encontraron dos canales que se cruzan en la parte occidental del sitio, de 1,50 metros de ancho y 0,40 metros de profundidad, indicativos de espacios de chinampa o procesos de aterrazamiento utilizados para expandir el asentamiento hacia la zona conocida hoy como La Lagunilla.

Estos canales se llenaron intencionalmente con artefactos depositados, incluidos jarrones, una escultura sentada decapitada, objetos completos y semicompletos de las fases Azteca tardío III (1440-1521) y Colonial temprano (1521-1620), y una capa de pequeñas piezas de tezontle, andesita y rocas basálticas.La excavación también reveló restos históricos, como características arquitectónicas como pisos de concreto, ladrillos, pavimentos de adoquines y paredes de mampostería, lo que permitió conocer el diseño de un edificio que consta de varias habitaciones que rodean un posible patio central. Los materiales arqueológicos encontrados en el sitio incluyen cerámica, huesos de animales, artículos numismáticos, madera, vidrio y artefactos de metal.

Las excavaciones arqueológicas de la aldea teotihuacana han concluido y el equipo está analizando actualmente los materiales y los restos óseos recuperados. Además, supervisarán cualquier trabajo de construcción en el área para garantizar la preservación de estos valiosos hallazgos históricos.

Este descubrimiento arqueológico agrega otro capítulo al rico legado arqueológico de México, arrojando luz sobre las antiguas comunidades que una vez prosperaron en esta vibrante región.

Con información del INAH.

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