(México) — Los niños miran y conocen el mundo de un modo diferente a los adultos. Explican muy particularmente las cosas que acontecen a su alrededor.
Quizá para muchas personas es intrascendente lo que un pequeño piensa, cree e imagina de su universo, pero para algunos de nosotros es una expresión maravillosa y mágica de ver la vida.
Cualquiera que tenga la atención y sensibilidad suficientes para escucharlos preguntar, hacer inferencias, contar sucesos, podrá percatarse de esto.
Pero no siempre fue así, por eso en tiempos antiguos los niños eran considerados seres desprovistos de capacidades, o bien como “adultos en pequeño”, a quienes se habría de tratar y enseñar de manera homogénea, sin considerar sus muy propias características…
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