‘Zapata vive, la lucha sigue’: Cien años de la muerte de Emiliano Zapata

La lucha agraria de Emiliano Zapata permanece como una fuente de inspiración en México y Estados Unidos. En la actualidad, el lema ‘Zapata vive, la lucha sigue’ continúa vigente en las luchas populares. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine © 2019
La lucha agraria de Emiliano Zapata permanece como una fuente de inspiración en México y Estados Unidos. En la actualidad, el lema ‘Zapata vive, la lucha sigue’ continúa vigente en las luchas populares. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine © 2019

‘Zapata vive, la lucha sigue’, es un lema que frecuentemente se escucha en marchas y protestas en México y Estados Unidos.

La consigna evoca a Emiliano Zapata Salazar (1879-1919), una figura destacada de la Revolución mexicana, el principal dirigente de la revolución campesina en el estado de Morelos, y la inspiración del movimiento agrario llamado zapatismo en México.

Por generaciones, el lema ha servido de inspiración para diversas causas, desde populares y revolucionarias, hasta políticas e ideológicas. En la actualidad, es común escuchar el grito ‘Zapata vive, la lucha sigue’ en mítines y manifestaciones en Estados Unidos en el contexto de la lucha por una reforma migratoria, en el que la sombra de la figura histórica del Caudillo del Sur cobija las esperanzas de millones de personas por justicia y libertad.

La lucha de Emiliano Zapata hace más de un siglo ―dentro y fuera del contexto de la Revolución― ha encauzado no solamente anhelos populares, sino servido como emblema también para fines puramente políticos.

Así, tenemos el caso del Partido Revolucionario Institucional, que por la duración total de su hegemonía gubernamental hasta su derrota en 2000, invocó los ideales revolucionarios de héroes como Pancho Villa y Zapata para permanecer en el poder.

Este lema continúa simbolizando un grito de batalla ideológico que halla su expresión más apegada al líder agrario ―asesinado el 10 de abril de 1919― en causas populares tanto en México como EE.UU.

Sin embargo, la consigna, así como la lucha histórica del hijo de Anenecuilco, Morelos, no siempre está arraigada a las raíces genuinas de la lucha de Zapata a favor de las comunidades campesinas, sino a causas que usan su legado revolucionario para objetivos triviales y motivos comerciales, de forma similar al caso de Ernesto ‘Che’ Guevara, un opositor del Capitalismo cuya imagen terminó convirtiéndose en un producto de consumo.

Un cartel popular conmemora los 100 años de la muerte de Emiliano Zapata. Ilustración: El Gran OM https://www.facebook.com/GranOMoficial/
Un cartel popular conmemora los 100 años de la muerte de Emiliano Zapata. Ilustración: El Gran OM

No obstante, el lema de ‘Zapata vive, la lucha sigue’ mantiene vivo el ejemplo de Zapata, así como da continuidad ―de alguna manera― a la lucha perenne de los pueblos en contra de las minorías acaudaladas y las altas clases políticas, emulando, en teoría y en términos idealistas, el dogma zapatista, ya que Zapata defendió a los campesinos en contra de la pequeña clase terrateniente que monopolizaba los recursos de la tierra y el agua para la producción de caña de azúcar, con el apoyo del dictador Porfirio Díaz.

Emiliano Zapata, un revolucionario agrario

La lucha de Emiliano Zapata pugnó de forma armada por una reforma agraria durante la Revolución, está siendo recordada al cumplirse cien años de su muerte en 10 de abril de 2019.

La causa agraria de Zapata lo llevó a ser uno de los guerrilleros más destacados, primero en el sur de México, y luego, tras su muerte, no solamente su lucha sino su figura histórica se transformaron en un símbolo y un mito que perduran en muchos lugares un siglo después de su muerte en una emboscada en Chinameca.

Los ideales de “Tierra y Libertad” de Zapata buscaban beneficiar a los campesinos que cultivaban la tierra, y tenían como blanco a los poderosos terratenientes que ejercían una fuerza opresora y represora, amparada por la dictadura de Díaz.

Zapata encauzaría su lucha armada a la corriente revolucionaria que tomaba fuerza en México, impulsada por un fuerte sentimiento nacional en contra de la reelección presidencial, personificado y convocado por Francisco I. Madero.

Para el verano de 1910 la cruzada de Madero se había consolidado y convertido en la Revolución Mexicana, la cual se propagaría rápidamente por varios estados, principalmente en Morelos, en donde por algún tiempo Zapata peleaba en contra de los hacendados, tras formar una fuerza de militantes que controlaban un área considerable del estado, muy cerca de la Ciudad de México y en partes aledañas de Guerrero. El pueblo de México estaba completamente cansado de la larga dictadura de Díaz.

Miles de personas visitan anualmente el Museo de la Revolución en Ciudad de México. Emiliano Zapata ocupa un lugar central en el museo junto a Pancho Villa y otros dirigentes revolucionarios. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine © 2019
Miles de personas visitan anualmente el Museo de la Revolución en Ciudad de México. Emiliano Zapata ocupa un lugar central en el museo junto a Pancho Villa y otros dirigentes revolucionarios. Foto: Eduardo Barraza | Barriozona Magazine © 2019

Al canalizar sus demandas agrarias en el marco de la Revolución, Zapata esperaba que al llegar al poder, Madero las atendería sin retraso. Sin embargo, cuando Madero formó su gobierno, su gabinete presidencial estuvo integrado por aristócratas de la élite porfirista. Pancho Villa, quien también se había incorporado a la revolución para apoyar a Madero, sintió que los hombres que habían peleado y arriesgado sus vidas por el ahora nuevo presidente, así como otros líderes guerrilleros, incluyendo a Zapata, debían de tener una voz en el nuevo gobierno que reemplazó la dictadura de Díaz.

Emiliano Zapata suponía lo mismo, que sus demandas de reforma agraria serían atendidas inmediatamente después del derrocamiento del gobierno de Díaz. Sin embargo, la mitad del gabinete de Madero estaba formado por porfiristas, y estos le aconsejaron que procediera lentamente. Zapata se reunió en varias ocasiones con Madero sin recibir de parte de él certeza alguna de que se darían pasos hacia una reforma agraria.

Zapata denunció a Madero ―el aclamado héroe de la revolución y ahora presidente de México―, como un traidor del pueblo, y no tuvo otro camino que continuar su lucha.

El general porfirista Victoriano Huerta, a quien erróneamente Madero retuvo en su gobierno, fue enviado a someter a Zapata. Huerta fracasó en su intento de capturar al caudillo y de pacificar a la guerrilla zapatista en los estados del sur.

Zapata y Madero nunca se reconciliarían a pesar de los esfuerzos de ambos. El Caudillo del Sur consideraba haber sido el más leal servidor de Madero, pero ahora lo catalogaba de traidor. Madero sería asesinado en febrero de 1913. Zapata continuaría su lucha hasta su muerte.

Escucha un audio del lema ‘Zapata vive, la lucha sigue’:

En 2019, Zapata vive, la lucha sigue

Zapata nunca vería sus ideales realizados, pero su revolución agraria ha galvanizado de forma permanente los ideales de lucha en contra de las fuerzas opresoras por parte de los pueblos, y que reconocen que sin importar la causa, el ejemplo de Emiliano Zapata encapsula la esencia de una lucha permanente.

Por tanto, a cien años de su muerte, “Zapata vive, la lucha sigue”.

Video relacionado: Minibiografía de Emiliano Zapata

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